martes, 11 de diciembre de 2007

Vidas al desagüe

JUAN MANUEL DE PRADA

21.11.07 ABC
FORZABAN los partos inyectando a las embarazadas sustancias químicas que provocaban fortísimas contracciones en el útero; a los fetos de siete u ocho meses, les inyectaban calmantes para evitar que pataleasen y luego, apenas asomaban la cabeza, los decapitaban, o les introducían un catéter por la región occipital que les succionaba el cerebro. Para desprenderse de sus cadáveres, los introducían en una máquina trituradora que los reducía a papilla orgánica y los arrojaban al desagüe. La truculencia de los métodos empleados en esos mataderos barceloneses que, misteriosamente, la prensa insiste en llamar «clínicas» ha servido para que, siquiera durante unas horas o días, la opinión pública se estremezca de horror. Por supuesto, se trata de un estremecimiento hipócrita, el repeluzno momentáneo del monstruo que no soporta contemplar su monstruosidad reflejada en un espejo; pero basta dar la espalda al espejo para que el monstruo pueda seguir viviendo plácidamente. En apenas unos días, nuestra memoria selectiva habrá borrado la reminiscencia de tanto horror; y se seguirá abortando a mansalva, con idénticos o parecidos métodos, ante la indiferencia de los monstruos.

A las tropas americanas y británicas que, en su avance hacia Berlín, iban liberando los campos de concentración donde se hacinaban espectros de hombres no les espantaba tanto el espectáculo dantesco que se desplegaba ante sus ojos como la pretendida ignorancia de los lugareños vecinos, que habían visto llegar trenes abarrotados de presos al apeadero de su pueblo, que habían visto humear las chimeneas de los hornos crematorios, que habían visto descender la ceniza de los cuerpos sobre sus tierras de labranza y, sin embargo, habían fingido no enterarse de lo que estaba sucediendo ante sus narices. Con esta nueva forma de holocausto que es el aborto ocurre lo mismo: mucho más horrendo que el crimen de esos matarifes que trituran fetos de siete u ocho meses y arrojan sus restos al desagüe es la connivencia silenciosa de una sociedad que vuelve la espalda ante tanta bestialidad, que ya no dispone de resortes morales para sublevarse contra semejante forma de muerte industrial, que finge que no le incumbe, que incluso formula justificaciones rocambolescas que la amparen. Y que, en el colmo de la vileza, urde simulacros compasivos que traigan placidez a su existencia de monstruos: quienes se encogen de hombros ante esta nueva forma de muerte industrial suelen ser los mismos que se erigen en paladines de los derechos de los animales, los mismos que se muestran atribulados ante las consecuencias del cambio climático, los mismos que se rasgan las vestiduras cuando se enteran de que en Guantánamo se dispensa a los reclusos un trato vejatorio.

Esperanza en las nuevas generaciones

Escribíamos el otro día que nuestra época había dejado de ser humana. Tal vez este proceso de deshumanización no sea irreversible; tal vez las generaciones que nos sucedan vuelvan a contemplarse en un espejo y reúnan el valor suficiente para renegar del monstruo que les hemos cedido en herencia. Tal vez esas generaciones futuras quieran saber cómo eran sus antepasados; y entonces se desplegará ante sus ojos el espectáculo dantesco del aborto, los millones de vidas que fueron trituradas y arrojadas al desagüe cuando ni siquiera podían defenderse. Pero no les espantará tanto ese cómputo innumerable como la impiedad de aquellos antepasados que consintieron tanta bestialidad. Y todavía les espantará más saber que aquellos mismos hombres que habían renegado de su humanidad maquinaron coartadas que les permitieran sobrellevar una vida plácida mientras la trituradora se atoraba, incapaz de deglutir tanta vida reducida a papilla. Les espantará hasta la náusea saber que mientras las trituradoras de la muerte industrial trabajaban a destajo sus antepasados lloriqueaban farisaicamente recordando a las víctimas de tal o cual guerra pretérita, organizaban telemaratones solidarios, participaban muy orgullosamente en manifestaciones contra el cambio climático: simulacros de fingida humanidad en una época que había dejado de ser humana.

A esas generaciones futuras sólo les restará un consuelo: saber que, mientras sus antepasados renegaban de su condición humana, había un Dios que abrazaba amorosamente tanta vida arrojada al desagüe.

Prisión para los cabecillas de la red de clínicas abortistas descubierta en Barcelona

JANOT GUIL. BARCELONAABC

La titular del juzgado de Instrucción número 33 de Barcelona decretó ayer por la tarde prisión provisional sin fianza para tres de los seis detenidos el pasado lunes por practicar presuntamente abortos ilegales en cuatro clínicas privadas de Barcelona: Ginemedex, TBC y Fundación Morín, del Grupo CBM, y Emece. Entre los detenidos a los que se les decretó la prisión incondicional están el máximo responsable de la red de clínicas que practicaba los abortos ilegales, el cirujano peruano Carlos Morín, su esposa, María Luisa D. S., que gestionaba la clínica TBC, y María Virtudes S. V., trabajadora de una de las clínicas y supuesta colaboradora de Morín. A todos se les acusa de presuntos delitos de aborto ilegal, asociación ilícita, intrusismo profesional y falsedad documental.

Por su parte, a los otros tres detenidos, los médicos Dimas A.C., Pedro Juan L.A. y Marcial R., se les decretó prisión provisional bajo fianza, por lo que eludirán la cárcel cuando depositen entre 2.000 y 4.000 euros, pese a que la fiscalía también pedía prisión incondicional para ellos. Según señalaron fuentes cercanas al caso, a última hora de ayer ya se habían consignado las fianzas de los tres detenidos.

Sobre este caso sobrevuela una niebla informativa propiciada por el secreto de sumario impuesto. Según informaron fuentes jurídicas, la juez acusaba a los tres detenidos que podrían quedar libres de los mismos cuatro delitos que imputaba al resto. Con todo, el abogado de uno de ellos desmintió este extremo y aseguró a ABC que, al menos en el caso de su cliente, sólo pesaban sobre él las acusaciones de asociación ilícita y práctica de abortos ilegales. Este mismo letrado calificó de «simbólicas» las fianzas impuestas, por su baja cuantía.

Respecto a Morín, su esposa y Virtudes S. V., la juez, coincidiendo con el criterio de la fiscalía, consideró que había un riesgo de que los acusados destruyeran pruebas o se fugaran, de ahí su opción por la prisión incondicional.

La decisión de la juez que instruye el caso, Elisabeth Castelló, llegó el día después de una jornada maratoniana de declaraciones por parte de los seis acusados, que duró 14 horas. Tras comenzar anteayer a la una del mediodía, la declaración ante la juez de los seis detenidos concluyó cerca de las dos de la madrugada de ayer. Luego, la juez decidió prorrogar su detención y los acusados pasaron la noche bajo custodia en la cárcel y no en el acuartelamiento que la Guardia Civil tiene en Travesera de Gracia, en Barcelona, donde consumieron sus días y noches desde que fueron detenidos el pasado lunes.

Morín es a todas luces considerado como el «cabecilla» de esta red dedicada a abortos ilegales. Por cada uno de ellos se cobraba entre 3.000 y 6.000 euros. Según fuentes cercanas al caso, la esposa de Morín, María Luisa D. S., colaboraba con su marido en esta actividad ilícita, mientras que Virtudes S.V.,, sería la encargada de captar a posibles clientas para practicarles abortos.

Los otros tres detenidos realizan supuestamente los abortos –aunque algunas de las interrupciones de embarazo las había realizado el propio Morín, según algunas pacientes–, administraban la anestesia y falsificaban los historiales psicológicos y médicos de las mujeres y los fetos.

El lunes pasado, la Guardia Civil se incautó de gran cantidad de documentación en las cuatro clínicas registradas, que está siendo analizada, y también en la casa donde Morín y su esposa residen en Sant Cugat del Vallés (Barcelona).

Paralelamente, los agentes están tomando declaración a varias clientas de las clínicas. De momento, alrededor de veinte mujeres ya han pasado por este trámite y con sus declaraciones han aflorado varias irregularidades, como el hecho de que muchas de ellas aseguraran que su expediente médico incluía un examen psiquiátrico (preceptivo en el caso de que se alegue para abortar que hay un riesgo para la salud psíquica de la gestante, para la que no hay límite de semanas), pese a que ningún psiquiatra las había visitado.Una red de colaboradores

En cuanto a la acusación de falsificación documental y de intrusismo profesional, se sabe que uno de los detenidos ejercía de anestesista sin tener título. Además, al parecer el propio Morín realizaba intervenciones quirúrgicas que luego firmaba otro médico, pese a tener el título de cirujano, un gesto que quizás obedecía a la voluntad de ocultar sus prácticas ante el Departamento de Salud.

Finalmente, la «organización» que dirigía Morín podría salpicar también a profesionales del sector de la sanidad pública, ya que se sospecha que tenía –y quizá mantenía con comisiones– una red de colaboradores en hospitales públicos que le enviaban a sus clínicas mujeres que querían abortar.

La Fundación de Morín, una tapadera para captar clientas entre las inmigrantes

DOMINGO PÉREZ. ABC

MADRID. Entre las actividades de Carlos Morín destacan las de su Fundación que, sin ningún pudor, reconoce entre sus fines fundacionales: «La gestión de programas operativos y concretos en el ámbito de la planificación de la natalidad, orientación sexual e interrupción voluntaria del embarazo». Sobre esta última cuestión aclara en sus estatutos: «Concertando tal actividad si se estima procedente, con centros públicos o privados...».

Todo apunta a que la realidad de la Fundación es que siempre se estimaba procedente la necesidad de abortar y, puesto que en el sector público apenas sí se producen intervenciones de este tipo (en Cataluña, en 2005, 558 de un total de 18.434), siempre se recurría a las propias clínicas privadas de Morín. Vamos, que la Fundación ejercería en la práctica como un centro de reclutamiento de clientas entre un colectivo muy concreto, el de las mujeres inmigrantes especialmente proclives, por su situación sociolaboral e indefensión, a recurrir a esta práctica. Al respecto, las cifras oficiales indican que el 39,11% de la extranjeras residentes en Cataluña han abortado en alguna ocasión.

Evidentemente, esta entidad ofrecía en sus programas otras actividades, como cursos de catalán, por las que la propia Fundación reconoce haber recibido ayudas oficiales. Sin embargo, de forma recurrente y destacada, siempre aparecía en sus prospectos alguna mención a la que, sin duda, era su actividad prioritaria y más lucrativa: ofertas de interrupciones voluntarias del embarazo.

Su introducción entre el colectivo inmigrante se realizó aprovechando la ascendencia de sus patronos. En concreto, Morín es peruano y una de sus más estrechas colaboradoras, la psicóloga Soraya Fares Agudelo, coordinadora general y secretaria de la Fundación, venezolana. La presencia de la Fundación en medios de comunicación para inmigrantes era intensa. La sede de la Fundación servía al tiempo de uno de los puntos de distribución del periódico «Latino». En este medio, de gran penetración entre la población iberoamericana, cuando se recogía información sobre alguno de los cursos impartidos por Morín, nunca se dejaba de recordar, aunque no viniera al caso, que se facilitaba la posibilidad de abortar.«Abortos-espectáculo»

La Fundación de Morín se inscribió en el Protectorado del Ministerio de Educación y Ciencia el 21 de febrero de 2003, aunque anteriormente, desde 1998, figuró en la Comunidad Valenciana. Entre sus patronos se encuentran el propio Morín y su esposa, María Luisa Durán. Se dotó a la sociedad con un capital inicial de 9.015,18 euros y, en 2004, presentó una cuentas positivas: unos 160.000 euros de gastos y 182.000 euros de ingresos. Desde entonces, Morín no ha vuelto a presentar las cuentas –incumpliendo la Ley de Fundaciones–, que le han sido requeridas por el Patronato.

Entre sus actuaciones más sonadas, la Fundación organizó el «I Simposio Internacional Multicultural de Salud Reproductiva». La Asociación de Médicos Cristianos de Cataluña interpuso una demanda en el juzgado de guardia porque se ofrecía la posibilidad de participar en un aborto. Según comprobaron, los «abortos-espectáculo» se practicaron el 17 de octubre de 2003 en 30 pacientes embarazadas de hasta tres meses (en las clínicas Ginetec y Emece), en 15 fetos de tres a seis meses (en Ginemedex) y en cinco de más de seis meses (en la propia Fundación).

La Generalitat y sus responsables de salud, en entredicho

J. G.ABC

BARCELONA. El pasado lunes, después de que se registraran las cuatro clínicas abortistas investigadas y se detuviera a Carlos Morín y a cinco personas más, la Generalitat de Cataluña intentó justificar su triste papel en este caso. Pese a que las prácticas de Morín ya habían sido denunciadas en 2004 por el rotativo británico «Sunday Telegraph», y en 2006, por la televisión danesa, la actuación del gobierno catalán concluyó el pasado verano, tras concluir unas inspecciones, con una multa de 3.000 euros; sólo se habían detectado «irregularidades administrativas».

La portavoz del Ejecutivo catalán, Aurora Massip, alegó el lunes que la Generalitat no tiene «más potestades» que las que ya ejerció su Departamento de Salud. No piensan igual desde E-Cristians, la entidad que denunció a las clínicas. De hecho, su querella también se dirige «a los funcionarios de Salud» que deben inspeccionar las clínicas, de cuya profesionalidad se duda. Con esta acción, la entidad querellante pone también en el punto de mira a la Generalitat, a la que la juez del caso podría tener que sancionar de confirmarse que hubo irregularidades cometidas por las clínicas que debieron ser detectadas por la Administración catalana.

La gran farsa del premio

Morín decidió en 2005 instaurar el Premio al «Mejor Trabajo de Investigación Biopsicosocial relacionado con la inmigración», dotado con 2.000 euros. Cantidad que, por cierto, jamás salió de las arcas de la Fundación puesto que, casualmente, el galardón recayó en Soraya Fares Agudelo por su trabajo «Actitudes de los inmigrantes hacia la integración con la cultura catalana en Vilanova i la Geltrú». El hecho de que Soraya sea uno de los patronos de la Fundación, además de su secretaria y coordinadora general, no desdibujó para nada el acto de la entrega de premios, realizado el 11 de junio de 2005.

Once asociaciones piden una reforma para la ley del aborto

ABC

MADRID. trece asociaciones se dieron cita ayer por la tarde ante el Ministerio de Sanidad y Consumo. Un numeroso grupo de personas desafiaron la fría noche madrileña para pedir a todos los grupos políticos representados en el Parlamento «una reforma legal que establezca garantías en el cumplimiento de la Ley de despenalización del aborto», que se observen de «manera estricta» los tres supuestos despenalizados y el impulso de medidas sociales de «apoyo a las madres gestantes», entre otras medidas.

«Permanente fraude»

En un sentido similar, el Foro de la Familia reclamó ayer a los partidos políticos que actúen para poner fin al «permanente fraude» de la ley del aborto, así como una reforma de esta norma para establecer «como mínimo» un plazo de tiempo para la práctica del aborto terapéutico.

El presidente de esta plataforma, Benigno Blanco indicó que la frontera entre el aborto y el infanticidio se está «difuminando», ya que la interrupción terapéutica «teóricamente» se permite en cualquier momento y hasta el final del embarazo.

lunes, 10 de diciembre de 2007

Testigo protegido describe clínicas abortistas de Barcelona como "casa de los horrores"

El semanario Alba recogió esta semana el testimonio de un testigo protegido en la investigación sobre cuatro clínicas abortistas de Barcelona donde se practicaban abortos ilegales sin límite de tiempo de gestación. El escalofriante relato parece, para la publicación, el guión de una película de horror.

"Trituradoras industriales ocultas bajo el mostrador de recepción de la clínica o junto a la sala de espera de las mujeres, para deshacerse de los cuerpos de los fetos-bebé de más de 24 semanas de gestación; desagües atascados por los restos humanos; señoras de la limpieza que administran fármacos o friegan ellas mismas los bisturís; anestesistas sin titulación y psiquiatras que firman informes médicos sin haber visto a la paciente. Esto, que podría ser utilizado para escribir el guión de una película gore de serie B, forma parte en realidad de la declaración que un testigo protegido ha hecho en el Juzgado 33 de Barcelona, declaración a la que ALBA ha tenido acceso", narra el semanario.

En su testimonio, esta persona cercana al Dr. Carlos Morín, dueño de la clínica Ginemedex hoy preso, declara que "en diversas clínicas de este grupo se han realizado en los últimos años prácticas abortivas fuera de los supuestos permitidos por la legislación española", generando muchas ganancias a los abortuarios.

"Las pacientes que se someten a estos abortos ilegales pagan en dinero negro, aportan una cantidad oscilante entre tres mil y seis mil euros por intervención, pagan el dinero al contado, en un sobre que entregan al llegar a la clínica, y en ningún momento estas cantidades se declaran oficialmente", reveló la fuente.

Según Alba, "una de las razones por las que el Dr. Morín y su equipo pueden pagar caro actividades supuestamente delictivas es por la falsificación de los informes psiquiátricos, ya que, según el testigo protegido" se falsificaron informes psiquiátricos para justificar abortos.

Al margen de la legalidad

Otra de las maneras de "
legalizar" un aborto era mentir sobre supuestas violaciones sexuales. "En las hojas de enfermería constaba algún caso de estado avanzado de gestación en que se practicaba el aborto y que la causa que se alegaba era una supuesta violación", sostiene el testigo y aclara las motivaciones reales, fuera de la ley, por las que las mujeres solicitaban estos abortos en estados avanzados de gestación:

"En realidad, las motivaciones que tiene la gente para interrumpir estos embarazos de avanzados estados de gestación, fuera de los casos permitidos por la ley, son de lo más variados: algunas explicaban que se acababan de separar de su pareja y por eso abortaban, en otros casos no deseaban continuar con el embarazo por la presión de la familia, pero que en ningún caso en tantos años ha habido un embarazo que supusiera incompatibilidad con la vida por parte del feto", indicó.

MADRID, 02
Dic. 07 / 04:09 pm (ACI).

viernes, 30 de noviembre de 2007

Los últimos datos sobre celulas madre

Los nuevos descubrimientos genéticos dan razón a los médicos católicos

La clonación humana deja de ser interesante, reconoce el padre de la oveja Dolly

ROMA, miércoles, 28 noviembre 2007 (ZENIT.org).- Los nuevos descubrimientos científicos sobre células madre (o estaminales) adultas, que no implican la eliminación de vidas humanas, han dado razón a la batalla ética librada desde hace años por los médicos católicos.

El doctor Josep Maria Simón, presidente de la Federación Internacional de Asociaciones Médicas Católicas (FIAMC), aplaude los resultados de un equipo japonés y un equipo estadounidense que han logrado transformar células de piel humana en células madre, que son capaces de evolucionar en células nerviosas, cardíacas o en cualquiera de los 220 tipos de células del cuerpo humano.

La nueva técnica, aunque lejos de estar perfeccionada, es tan prometedora que el científico que logró clonar la primera oveja del mundo, Ian Wilmut, anunció que dejará de lado la clonación de embriones para focalizarse en las células madre derivadas de células de la piel.

«Parece que la Providencia nos está marcando el camino a los médicos y demás investigadores. Dios aprieta pero no ahoga. Se cierra una puerta y se abre otra», reconoce en declaraciones a Zenit el doctor Simón.

«Los médicos católicos tenemos aún algunas dificultades para que muchas personas comprendan y acepten que la vida humana naciente es digna de todo respeto. Sin embargo, sólo la investigación y los tratamientos con base en las células madre adultas está dando resultados», añade.

«Al tratar con ellas no se destruyen embriones y encima tenemos resultados --constata--. Y los resultados se valoran mucho en nuestras sociedades occidentales desarrolladas y eficacistas».

El presidente de los médicos católicos confiesa: «¡No sé qué hubiera sido de nuestra capacidad para comunicar si las embrionarias hubieran dado resultados! La Providencia nos ha ahorrado lo duro que hubiera sido decir: “Usted se podría curar con embriones pero debe seguir así ya que su destrucción es inmoral”».

«En esa línea iba el Papa cuando nos dirigió el famoso discurso hace un año a los participantes del congreso organizado por la FIAMC y la Pontificia Academia por la Vida», recuerda el doctor en referencia al encuentro que todavía puede visitarse en www.stemcellsrome2006.org.

«No quisiéramos podernos medallas, pero ya entonces dijimos que habíamos invitado a los mejores. Y ahora ha sido el equipo japonés que invitamos el que ha demostrado los grandes resultados con las células adultas», concluye el doctor Simón.

El obispo Elio Sgreccia, presidente de la Academia Pontificia para la Vida, es de la misma opinión.

«Ahora que no hay necesidad de embriones ni de la clonación terapéutica --supuestamente terapéutica--, se cierra una página de polémicas agudas», reconoce.

«La Iglesia la había afrontado por motivos éticos, alentando a los investigadores a continuar con las células madre adultas y declarando ilícita la inmolación del embrión», ha explicado monseñor Sgreccia a los micrófonos de «Radio Vaticano».

«La ética que respeta al hombre es útil también para la investigación y confirma que no es verdad que la Iglesia esté en contra de la investigación: está en contra de la mala investigación, de la que es dañina para el hombre»¸ concluye Sgreccia constatando que todos los millones destinados a investigar con células embrionarias se han convertido en un «derroche».

Por Miriam Diez i Bosch

miércoles, 21 de noviembre de 2007

La Rosa Blanca, los estudiantes que se alzaron contra Hitler

La Rosa Blanca fue una organización de resistencia civil no violenta frente al Nazismo alemán. Su nexo de unión, aparte de una radical oposición a Hitler, fue el humanismo cristiano.

Según la hipótesis más documentada, el nombre de la Rosa Blanca tiene su origen en el romancero español de Clemens Brentano, que tiene como título precisamente "La Rosa Blanca". El objetivo de esta organización era la resistencia civil frente al Nazismo. Para ello, se servían básicamente de dos armas: la publicación de pasquines (llamadas Hojas) y el sabotaje activo pero no violento. La característica más acentuada en la mayor parte de sus miembros fundadores era una profunda religiosidad. No en vano, la fuente espiritual e ideológica de esta organización fueron por un lado el llamado grupo de "Renovación Católica" francés de finales del siglo XIX, integrado por escritores de la talla de Bernanos, Claudel o Maritain, y el catolicismo reformado alemán de Theodor Haecker y Carl Muth, director de la revista Hochland, y cuya meta era tender puentes entre el pensamiento católico y la cultura moderna. Con estos dos grandes pensadores alemanes, los fundadores de La Rosa Blanca mantuvieron frecuentes entrevistas con estos dos grandes pensadores alemanes, también activos opositores del Régimen Nazi.

Uno de los fundadores de la Rosa Blanca, Wili Graf, pertenecía a un Grupo Juvenil Católico prohibido por el Nacionalsocialismo, por lo que estuvo en prisión preventiva casi un mes. A su salida, entró en contacto con los otros fundadores de la Rosa Blanca, los hermanos Sophie y Hans Scholl, protestantes, Otl Aircher, católico, Kurt Huber, también católico y el más intelectual del grupo dada su condición de catedrático, Alex Schmorell y Christoph Probst, casado y con tres hijos y que horas antes de su ejecución se convirtió al catolicismo recibiendo el Bautismo y la Comunión de manos del capellán Heinrich Speer.

La mayoría de los integrantes de la Rosa Blanca eran estudiantes. Su final, como el de millones de personas aniquiladas por el régimen naci, fue trágico. El 19 de abril de 1943 son condenados a muerte y ejecutados Willi Graf, Kurt Huber y Alexander Schmorell. Dos meses antes, habían sido igualmente condenados a muerte y guillotinados los hermanos Sophie y Hans Scholl y Christoph Probst. Los dos hermanos, aunque eran de religión protestante, en sus últimas horas pidieron la asistencia de un sacerdote católico, que les fue denegada por su condición de protestantes.

De la ejecución de Sophie Scholl nos ha quedado el estremecedor relato de su verdugo: "En los muchos años de mi oficio, jamás he visto a nadie que se enfrentara a los últimos instantes de su vida con tanta serenidad como esta muchacha menuda, de ojos profundos, casi una adolescente". Meses antes de su muerte, Sophie Scholl había anotado en su diario: "Dios mío: no sé otra cosa que balbucear cuando me dirijo a ti. No sé hacer más que presentarte mi corazón, al que mil deseos quieren apartar de ti. Como soy tan débil que no puedo permanecer voluntariamente vuelta a ti, destruye lo que de ti me aparte y llévame con violencia hacia ti. Pues sé que sólo en ti soy feliz. ¡Qué lejos estoy de ti!" Y Dios que nunca abandona a quien a El se dirige con humildad y buena intención, la sostuvo en la palma de la mano.

Fernando Iñigo

Aragón Liberal, 31 de diciembre de 2006

lunes, 12 de noviembre de 2007

El síndrome silenciado

El 20% de las mujeres que abortan sufre trastornos mentales.

“El bebé llora desconsoladamente. La madre lo busca por todas las habitaciones de la casa, pero no lo encuentra. Ésta es una de las pesadillas más recurrentes de las mujeres que padecen el trauma del aborto”, afirmó ayer la psicóloga estadounidense Priscilla Coleman, profesora en la Universidad Bowling Green State de Ohio (EEUU) y una de las investigadoras más prestigiosas del mundo en este tipo de trastornos mentales.

Lisboa reunió ayer a psiquiatras, psicólogos, pediatras y otros especialistas estadounidenses y europeos para debatir el impacto del aborto en la salud de la mujer, en una iniciativa promovida por la Asociación Mujeres en Acción. Los expertos coincidieron en afirmar que estas secuelas son silenciadas por los políticos, los medios de comunicación e incluso por muchos profesionales del sector.

Pero no ha muerto en la cabeza de la mujer

“Millones de mujeres y hombres sufren solos porque éste es un problema ignorado y que se mantiene invisible. En el síndrome post aborto, el bebé ha muerto, pero continúa en el cerebro unido a la madre”, explicó Vincent M. Rue, codirector del Institute for Pregnancy Loss, una entidad sin ánimo de lucro de Jacksonville (Florida, EEUU) que se dedica a la investigación y el tratamiento. Según Priscilla Coleman, autora de decenas de artículos sobre la materia, el 35% de las mujeres estadounidenses de 45 años ha abortado al menos una vez en su vida. Y cada año se practican 1,3 millones de abortos en Estados Unidos, “que provocan 260.000 nuevos casos de problemas de salud mental”. Más de un 20%.

“Pero se puede llegar a la psicosis depresiva, el desorden bipolar, la depresión neurótica y la esquizofrenia”, añade Coleman. La tentativa de suicidio es una consecuencia muy inquietante. De acuerdo con Rue, estos pacientes tienen seis veces más posibilidades de suicidarse y, también, lo intentan más veces que las personas que sufren otros casos de ansiedad. Para Rue, el aborto es “un acto humano intencionalmente provocado, que está relacionado con una experiencia de muerte”. Al tratarse de un “acontecimiento traumático”, sus efectos son “serios y duraderos”. Más del 50% de los pacientes tiene problemas crónicos a lo largo de su vida, de acuerdo con Rue, que en 1981 contribuyó con la primera evidencia clínica del trauma post-aborto.

La conferencia puso el dedo en una de las llagas de este asunto: muchos minimizan o ignoran las consecuencias que provoca la interrupción voluntariadel embarazo en una mujer.

Se trata de una industria con muy importantes benef
icios

Coleman no dudó en referirse a los poderosos intereses económicos de la industria pro aborto y lamentó que las asociaciones profesionales hayan obviado este problema. Rue, por su parte, criticó los argumentos de numerosos profesionales ante la magnitud de un trauma que calificó de “políticamente incorrecto”: cada año, recordó, se hacen 46 millones de abortos en el mundo. “No existe documentación suficiente que demuestre que está libre de riesgos mentales. No hay evidencias creíbles sobre los beneficios mentales de abortar”, dijo.

Coleman no dudó en referirse a los poderosos intereses económicos de la industria pro aborto y lamentó que las asociaciones profesionales hayan obviado este problema. Rue, por su parte, criticó los argumentos de numerosos profesionales ante la magnitud de un trauma que calificó de “políticamente incorrecto”: cada año, recordó, se hacen 46 millones de abortos en el mundo. “No existe documentación suficiente que demuestre que está libre de riesgos mentales. No hay evidencias creíbles sobre los beneficios mentales de abortar”, dijo.

Estos expertos estadounidenses afirmaron que los pacientes
rompen el “puente interpersonal”, en su intento de ignorar una experiencia sumamente dramática. Los familiares se convierten en extraños. Los otros son “despersonalizados”. Se produce una quiebra en la confianza. Las consecuencias son la “estigmatización” y el aislamiento.

Como apuntó Rue, las personas que padecen
este trauma se enfrentan a “fuerzas internas opuestas”: tienen urgencia por desvelar su secreto, pero quieren mantenerlo bien escondido; refuerzan el sentimiento de vergüenza, pero también el de libertad; la destrucción del niño se opone al deseo de recuperarlo.

Fran Barcia. Lisboa.

domingo, 11 de noviembre de 2007

Lección magistral

«Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala, decía Ghandhi, es el silencio de la gente buena»

Es verdad que en los últimos tiempos, la bondad interior y las buenas obras son sinónimo de ingenuidad y blandenguería propia de personas bobaliconas. Nada más lejos de la realidad. Dice un pensador espiritual que «cuanto más damos sin esperar recompensa, más recibimos. Es más, si no te das con generosidad, te fabricas una vida amargada, desdichada e infeliz.»

Creo, no estoy muy segura, que por esto me han sorprendido, mejor dicho, me han impresionado estas dos entrañables aportaciones dirigidas a la Sección Cartas al Director, que me voy a permitir el lujo de transcribir en un «aparte». Al leerlas, podemos imaginarnos escuchando una conversación entre dos personas buenas llenas de una tristeza gozosa, optimista y valiente, que nos brindan una lección magistral de entereza y amor ante el sufrimiento.

Seguramente muchos de ustedes, después de leer el sentir del padre de Alex y el ejemplo de estos padres llenos de amor por su hijo, se darán cuenta de su importancia. Pocas veces escuchamos algo así. Es por esto que no podemos, ni debemos, dejar de reflexionar sobre ellas. No nos pueden dejar indiferentes. Y mucho menos, relegarlas a una sección del diario, considerada por muchos «de poca importancia» y que suele pasar desapercibida para muchos lectores

PIDO PERDON por Antonio Moreno, papá de Alex

Por haber traído al mundo a mi hijo que es Alex, es sencillamente diferente, como otros niños de la sociedad española, pero el no se da cuenta, o no quiere darse cuenta (no lo se), tiene una discapacidad, pero parece ser que la sociedad no acaba de entender del todo que existen personas diferentes.

Pido perdón porque si voy en transporte publico molesto, si voy de urgencias, también molesto, si voy a su área básica de salud, también molesta a los que espera, y si voy al EAP (equipo de orientación escolar) molesto y se cabrean por pedir escuela inclusiva, si voy al centro base (atención disminuidos), también se cabrean por pedir un baremo, si voy para que lo valoren para un taller ocupacional se cabrean porque pido uno y también les molesto porque no lo encuentro

Si a todo esto se lo intento dar a entender a la administración también molesto y les cabreo, pero yo me tengo que resignar lo mal que lo hacen, pero la diferencia es que yo no me cabreo!!!!!

LA ALEGRÍA DE LA CASA por Jesús Asensi Vendrell

Por las mañanas es su madre la que se encarga de abrir la imprenta y de atender al cartero, a los clientes y al teléfono. Este mes va de cabeza, sólo puede trabajar por las tardes y a los clientes les ha de pedir un poco de paciencia.

Sí, su mujer y él llevan años de sonrisas y lágrimas, de esfuerzos y de sacrificios, de esperanzas porque sólo un milagro puede curar a uno de sus hijos que tiene parálisis cerebral.

Durante todo este mes está llevando a su pequeño a un cursillo de rehabilitación. Una hora de viaje, tres sesiones de una hora cada una y de vuelta a casa. Esfuerzo de tiempo y de dinero que nuestro amigo asume con estas palabras: «él se lo merece».

Y es que, en esta sociedad donde prima la superficialidad y el egoísmo, es difícil pasar cerca de la bondad, la humanidad y el amor por la vida humana «diferente» y no darnos cuenta que, haciendo vida esta lección magistral podemos llegar a convertirnos en personas mucho más valiosas.

Gracias a ambos por no silenciarlas!

Remedios Falaguera SillaMadre de familia numerosa, maestra y periodista.Responsable de la columna Mujeres del Siglo XXI y de Converse all Stars.
conoZe.com
6.XI.2007

sábado, 10 de noviembre de 2007

Nuestro gusto es servirles

Hace unas pocas semanas en un pequeño y acogedor restaurante de Bogotá, al despedirme de la encargada agradeciéndole lo bien que nos habían atendido, llamó mi atención su respuesta: "Nuestro gusto es servirles", me dijo con una sonrisa amable. Lo decía con un tono tan verdadero que persuadía de que no se trataba de una mera frase hecha, sino que –como habíamos podido comprobar– quienes llevaban aquel restaurante disfrutaban realmente si conseguían que sus clientes estuvieran a gusto. Dándole vueltas en mi cabeza a aquella frase, caí en la cuenta de que en nuestro país no está de moda la palabra "servicio", aunque a todos nos encante –como me pasó a mí en aquel restaurancito al pie de los cerros de Bogotá– encontrarnos con personas serviciales.

Hasta no hace mucho la gente mayor –al menos en las zonas rurales– respondía a la pregunta de "¿quién es?" por el interfono del portero automático con un sonoro "servidor" o "servidora", sin que advirtieran en el empleo de aquella expresión nada peyorativo, sino más bien el resultado de una buena educación, unos buenos modales. Hoy en día me parece que se contesta casi universalmente al interfono con un estentóreo "yoooo". Un pequeño cambio semántico que quizá refleja un giro importante en el foco de la atención.

Aunque pasado de moda todavía atrae


Cuando a principios de los ochenta la British Airways quería relanzar su actividad, el consejo de administración contrató para dirigir la compañía a Colin Marshall, procedente de Sears, precisamente porque, aunque no tenía experiencia en el negocio aéreo, sostenía que la clave estaba en el servicio. De hecho, fue él quien acuñó aquel hermoso lema de la British Airways, To fly, to serve, "Volar para servir", ahora ya en desuso. En este mismo sentido, me pasaba ayer un colega unas sabias declaraciones del ex presidente de Hewlett Packard en España, Juan Soto, encabezadas por el titular –extraído de sus palabras– "Liderar es querer servir", que es una versión más general de aquel antiguo lema de la compañía aérea.

El servicio es cosa de todos

Me parece que la palabra "servicio" no está ya en boga, porque el servicio ha sido malentendido como servilismo, como aquella actitud pasiva y complaciente del esclavo, del siervo de la gleba, manipulado despóticamente por su amo. "Más vale morir de pie que vivir de rodillas", repite por doquier el grito revolucionario. Sin embargo, la igual dignidad de todos los ciudadanos, la igualdad ante la ley de todos los españoles –que, por supuesto, son valores democráticos inalienables– no tienen relación ninguna con la necesidad de que en nuestras organizaciones sociales y empresariales y, muy en particular, en la vida familiar, nos sirvamos unos a otros. Las comunidades humanas sólo funcionan bien, sólo logran su fin, cuando cada uno, comenzando por los que están más arriba, pone lo propio, lo personal, al servicio de la comunidad, al servicio de quienes de ellos dependen o de quienes simplemente están a su lado.

No se trata de pedir a todos el heroísmo de la Madre Teresa de Calcuta, pero sí que ha de poder exigírsenos a cada uno el buen ejercicio de nuestro trabajo, con eficiencia y buenos modales, con una sonrisa amable para todos. A fin de cuentas, el servirse unos a otros es una traducción práctica del mandamiento cristiano del amor, pero es también la condición vital del desarrollo de una genuina sociedad democrática. Sólo puede una sociedad florecer si sus miembros en sus diferentes ámbitos y funciones se sirven unos a otros. Basta con pensar en la propia comunidad de vecinos para persuadirse de que esto es así. Cuando en una cuestión debatida un vecino aporta lealmente su experiencia profesional suele ser fácil que se adopte pronto una decisión satisfactoria. Si, en cambio, los vecinos rehúyen comprometerse en la gestión del bien común, los problemas fácilmente se eternizan y las relaciones personales con frecuencia se deterioran.

En el ámbito familiar

Para un profesor universitario resulta fácil entender la importancia del servicio, pues nuestro trabajo tiene tradicionalmente "tres patas": docencia, investigación y servicio. Por servicio se entienden todas aquellas tareas que no son docencia ni investigación y que ocupan a menudo tantas horas de nuestra jornada. Van desde la participación en órganos de gobierno y comités de todo tipo, hasta la evaluación del trabajo de nuestros colegas y el servicio a la comunidad extrauniversitaria, pasando por todas aquellas tareas que quizá parecen menores y que consisten básicamente en ayudar y acompañar a unos y a otros.

La actitud permanente de servicio es todavía más esencial en las familias. Realmente una familia es aquel ámbito en el que sus miembros se sirven unos a otros sin reclamar nada a cambio; es un espacio en el que lo natural, lo normal, es servir. Las familias en las que marido y mujer, padres, hijos y abuelos, se sirven unos a otros crecen indefectiblemente. Habrá altibajos e incluso conflictos, pero la cohesión que crea el mutuo servicio es difícilmente destructible.

Sin embargo, el punto que quería destacar es que al servicio realizado ha de corresponder siempre la expresión de un agradecimiento verdadero: no basta con el simple pago de la cantidad convenida, ni siquiera aunque vaya acompañado de una buena propina. Hemos de aprender a regalarnos unos a otros siempre la gratitud por el servicio prestado, pero todavía es mejor –como hacía la encargada de aquel restaurante de Bogotá– descubrir que realmente nuestro gusto es servir a los demás.



Jaime Nubiola
30 de octubre de 2007: La Gaceta de los Negocios (Madrid)



viernes, 9 de noviembre de 2007

"El aborto provocado es un drama para el cerebro de la mujer"

“No hay violencia mayor contra una mujer que cortarle, o cortar ella misma, un embarazo”

"No existe un cerebro unisex, porque (la mujer y el varón) no somos genéticamente iguales y nuestros cuerpos no son iguales". Así se expresaba la semana pasada la investigadoraNatalia López Moratalla, de la Universidad de Navarra, en la primera parte de una entrevista con ALBA. La neurocientífica aborda hoy temas como la atracción sexual entre hombre y mujer, el cerebro de la mujer que ha abortado o la homosexualidad.Cerebro de mujer, cerebro de varón. La primera parte de la entrevista realizada el número anterior a Natalia López Moratalla no ha pasado inadvertida. En la conversación, Moratalla concluía describiendo cómo en la pubertad infantil el cerebro queda literalmente bañado en hormonas femeninas o masculinas, que dependen de los genes. Y se refería también a otro periodo de la pubertad, la adolescencia, muy dirigido por hormonas, donde en el varón la liberación de hormonas es lineal, y en la mujer empieza a ser cíclica. Hablamos ahora del embarazo y el cerebro.

¿Es correcto decir que el cerebro de la mujer se prepara de algún modo durante el embarazo?

Sí. El embarazo cambia radicalmente el cerebro de una mujer, tanto que viendo en neuronas piramidales de las capas de la corteza cerebral, puedes decir si esa mujer ha tenido un hijo, no ha tenido ninguno o ha tenido varios, porque todo ese proceso deja huella en el cerebro. Esto tiene mucho que ver con el contacto físico y emocional y la armonía de las dos vidas que tiene lugar durante la gestación y en ciertamedida en la lactancia.

Aunque una mujer –en el caso de padres adoptivos, por ejemplo–, no viva el embarazo puede desarrollar ese cerebro maternal que a la embarazada le viene dado. El contacto físico con el niño desarrolla ese cerebro maternal y paternal, esa vinculación afectiva, que deja huella en el cerebro en esa dirección. Podemos afirmar que los roles son naturales. Lo que no indica que no existenmuchísimas actividades que no tienen relación con el sexo. Pero el cerebro de la mujer es así, ymás adelante, cuando termina la época fértil, el cerebro tiene otra serie de cambios, porque va dirigido sobre la base genética por hormonas.

Cada vez se escribe más en la línea de que el impulso sexual procede del cerebro. Por las investigaciones realizadas y los conocimientos que se tienen actualmente, ¿Existen centros del cerebro específicos para fijarsemás o menos en cualidades o defectos?

A veces se habla de centros, pero lo que hay en realidad son estados del cerebro. Hay activación e inhibición de unas determinadas áreas, y eso produce un estado mental momentáneo o permanente. A ese estado mental es al que uno dice sí o no: al impulso, la tenbos la "vida" está centrada en la otra persona. El centro de gravedad de la persona está puesto en la otra. Se activan las áreas que procesan la emoción que acompaña al sentimiento de felicidad, de compartir con la otra persona, de una integración vital. A su vez, se inhiben o desactivan las áreas del cerebro social que procesan el enjuiciamiento. El cerebro derecho se considera el pesimista y el izquierdo el optimista: la desactivación y acticación de áreas de ambos hemisferios aporta el estado mental de una sensación de felicidad, de plenitud, y se inhiben los defectos de la otra persona –eso de que el amor es ciego es una realidad cerebral–. Todo eso es un estado mental, permanente, que dura un tiempo. El maternal es específico, y puede adquirirlo un varón cuando el niño ha nacido y lo trata.

¿Se enamora igual una mujer que un varón?¿Cómo es la atracción de hombres y mujeres desde un análisis cerebral?

En el enamoramiento hay bastante similitud, pero no se enamora exactamente igual una mujer que un hombre, me refiero a su cerebro. La atracción sexual en el varón es iniciada más ante lo visual. Esto tiene una raíz natural importante. La belleza la capta y procesa el cerebro como simetría, como armonía corporal, que expresa y detecta salud; es un presupuesto natural que hunde sus raíces en el hecho de que en los animales las simetrías, que están básicamente en relación con la fecundidad, estimulan en macho y hembra el impulso sexual. La mujer tiene este impulso atractivo más asociado al tacto, a las caricias. De igual modo que se le va haciendo el cerebro maternal por el contacto físico con el hijo. El estado de enamoramiento puede ser en cierta medida muy espontáneo y durar tiempo. Después el amor comprometido tiene ya una serie de decisiones personales. En el compromiso, se baja de la nube, por decirlo de algún modo.

En el amor emparejado, el placer sexual se procesa en áreas del hipotálamo cerebral. Son las áreas que procesan la atracción sexual y todo el conjunto de órdenes motoras que llevan a la unión corporal y el placer que le acompaña. Es posible que estas áreas sean naturalmente de mayor tamaño en los varones; pero está por comprobar. Lo que se conoce bien es que esas áreas se iluminan con más fuerza en el varón por ejemplo ante fotografías eróticas. En la mujer no tienen esamisma fuerza. Por otra parte, durante el proceso de unión corporal hay una liberación de hormonas distintas en cada uno. Todo ello permite toda la experiencia única personal de sentimientos, de emociones y de dinámica propia en esa entrega.

¿En qué medida esto es una cuestión de química y de hormonas?

Está bastante estudiado si esto es una cuestión de química o no. Lo que podemos decir es que en el hombre no existen las feromonas. Sino un mero sensor olfativo de las hormonas sexuales. En los animales, el desencadenante olfativo hacia la copulación para satisfacer el instinto sexual se produce cuando la hembra es fértil, porque va dirigido a la perpetuación de la especie. Para muchos mamíferos la época de celo viene determinada por el hecho de que la hembra produce feromonas en los genitales que disparan el instinto copulador en el macho. El placer sexual se ha creado en la naturaleza porque ésta desaparecería si no hay reproducción.

El hombre está liberado del automatismo de los desencadenantes físicos. La unión de un hombre y unamujer, el amor sexuado está en función no sólo de la procreación sino del amor personal.. Hay esa coincidencia de la naturaleza tan impresionante de que el mismo gesto humano que expresa esa unión corporal –que no es cultural, es universal, de siempre, el amor específico entre un hombre y una mujer tiende a esa unión corporal como expresión del amor–, es el mismo gesto que permite hacerse mutuamente fecundos. Este ciclo de transmisión de la vida en el caso humano está completamente personalizado: es un proyecto y un amor personal. No es una cuestión de química. Es mucho más.

¿Cómo se manifiesta esa personalización a la que se refiere en los humanos, es decir,que se trata de un proyecto y un amor personal?

En que no hay desencadenantes. No hay unas feromonas que determinen y conduzcan automáticamente a la unión corporal.Y además, lo que puede ser un inductor, como puede ser la visión o el tacto, no coincide, o mejor dicho, no está acoplado a los momentos de fertilidad. Es, por tanto, un proyecto personal, ya que tiene la posibilidad de regular personalmente esa expresión del amor sexuado: realizarla o no. Para eso tiene la capacidad de conocer racionalmente el tiempo de la ovulación y saber cuando es fértil lamujer y cuando no.

Hay un experimento publicado recientemente, en la que se ha dado a oler a varones y a mujeres unos compuestos derivados de hormonas masculinas y femeninas. En el varón se encienden unas pequeñas zonas de estímulo, y en la mujer otras distintas con esa olfatación; en la mujer sólo en el momento fértil. Son los sensores químicos a los que he referido antes.

Es decir cuando la naturaleza la prepara para la procreación, tiene más sensibilidad a ese olor del varón, que puede estar por ejemplo en el sudor, como para facilitar los actos que conduce naturalmente a la procreación. Todo este proceso está guiado por la propia libertad y el propio conocimiento.

¿Cómo es el cerebro de una mujer que ha abortado?¿Se nota de algún modo en el cerebro?

Cuando un niño nace hay una desvinculación física, pero el contacto de la madre con el niño, sobre todo a través de la lactancia, sigue manteniendo el estado de felicidad en la madre, que es como una continuidad de ese estado mental que se ha ido introduciendo durante la gestación. Cuando pasa un poco de tiempo, suele hablarse de una depresión postparto, porque ese estado disminuye porque aparecemuy fuerte un estado de ansiedad o de preocupación por elmiedo a que le pase algo al hijo. Esa depresión esmuy característica y tiene una estimulación cerebral natural.

En una mujer que aborta, en un aborto espontáneo, hay un corte del estado mental propio que tiene con la gestación. Su organismo y su cerebro se han preparado para el cuidado del niño. Entonces se produce una crisis que es falta de esa alegría propia de la maternidad.

Y si el aborto es provocado y ha sido voluntario, eso deja una fuertemarca de stress y de ruptura interior, mucho más fuerte que el golpe de separación natural. El aborto provocado es un drama también para el cerebro, y tiene tal magnitud que es conocido en psiquiatría la depresión que se produce después. Se ha descrito que el aborto de repetición que parece poder producir acostumbramiento, no pocas veces termina en suicidio. La desarmonización del cerebro es dramática con el aborto provocado.

Una mujer que ha abortado le podría decir que desea borrar lo que ha pasado de su vida, de su cerebro...

Sí, es posible. Yo quisiera subrayar la fuerza para el equilibrio y el desarrollo personal, para la estabilidad emocional y de todo tipo que tiene lo natural. Y lo fuerte que son en cada persona –en el enamoramiento, en la unión corporal, en lamaternidad, en la paternidad– los vínculos naturales. Cuando vemos que se producen investigaciones buscando fármacos para que, en definitiva, lamujer no se entere si ha abortado o no porque no sabe si ha estado embarazada o no, como puede ser la píldora del día después, etcétera, se puede pensar: así no tienen el trauma del aborto. Pero hay que pensar que es muy fuerte que nos carguemos esas referencias naturales, con el fin de que ni siquiera la naturaleza alerte de lo que supone en unamujer un aborto.

No puede haber una violencia mayor contra una mujer que cortarle, o cortar ella voluntariamente, un vínculo natural tan fuerte como es un embarazo. No existirían animales, no existiría la vida, si ese vínculo maternal no tuviera esa fuerza natural. No querer ni saber si se ha iniciado una vida y, por tanto, si se ha destruido un hijo, se entiende por una parte cuando se desea borrar lo que ha pasado. Pero por otra parte, podemos perder las referencias a cuestiones humanas tan fuertes como son los vínculos familiares. Y estos vínculos familiares son esenciales para que una persona se pueda desarrollar con normalidad. Se aprecia fácilmente, por ejemplo, cómo los dramas familiares afectan a los niños escolarizados. No atienden, no pueden. Yo tengo la esperanza de que a medida que los estudios avancen con mayor profundidad, podamos decir y reflexionar con mayor claridad: esto es la naturaleza y estas son nuestras referencias.

¿Existe un gen de la homosexualidad? ¿Con la homosexualidad se nace, o más bien la tendencia se hace? Que existen homosexuales es un hecho.

Existe el fenómeno humano de la homosexualidad, especialmente del varón. No existe un gen de la homosexualidad, como tampoco el de la agresividad o el de la ternura. Son fenómenos muy complejos en los que participan factores muy diversos ymuy personales e íntimos. Los estudios apuntan a que un factor pueda ser una posible predisposición a la tendencia u orientación sexual hacia las personas del mismo sexo biológico. La orientación habitual típica es hacia una persona del otro sexo ¿Puede haber una predisposición a la homosexualidad? Es posible. Conocemos relativamente bien el cerebro"enamorado", el cerebro que procesa la atracción sexual tanto en el caso de mujeres y varones. Pero no conocemos casi nada de la orientación típica y por tanto menos aún de la que podemos con todo el respeto "atípica".

Insisto en que el fenómeno es lo suficientemente complejo y posiblemente dependa de tantos factores como para que no se pueda decir por ahora: éstas son las causas que predisponen hacia la homosexualidad.Ono hay causas.

¿Se ha efectuado algún estudio cerebral hasta ahora?

Insisto en que para tratar este tema con rigor necesitaríamos otra entrevista y tal vez cuando pase un cierto tiempo. Hay algunos estudios genéticos de los que no se puede sacar conclusiones apodícticas. Se han hecho muy pocos con cerebros y estos post mortem. Los estudios de extrapolación de datos de ratas no valen porque estos roedores están muy determinados al impulso sexual según olores. El conocido experimento de LeVay en 1991, en que se comparaba el tamaño de diversas áreas del hipotálamo de varones homosexuales respecto al de mujeres o de varones heterosexuales. Estas áreas son ligeramente dimórficas; sin embargo los resultados precisan confirmación porque los cerebros analizados pertenecían a personas que todas habían muerto de Sida. Puede ser cierto o puede ser un artefacto. Pienso que el respeto que merecen las personas exige rigor. ¿Cabe con los datos que tenemos pensar en una predisposición? Habrá que averiguarlo. ¿Puede haber niveles hormonales distintos en esa pubertad infantil en la que hemos dicho que el cerebro tiene un baño de hormonas, y en la pubertad de la adolescencia también? Puede. No está comprobado.

No conocemos aún, a través de la neuroimagen, qué estrategias sigue el cerebro de personas con condición homosexual. Está claro es que es un fenómeno multifactorial.

¿Cómo se hacen este tipo de investigaciones? ¿La gente se deja investigar el cerebro con facilidad?

Sí, es voluntario. Uno de los trabajos más interesantes que se han publicado se refiere a varones y mujeres muy enamorados. ¿Qué ocurre en sus cerebros cuando se les enseñan fotografías de la persona que aman frente a otras que conocen bien y son amigas….? Se publicó un anuncio y se presentó mucha gente. Pudieron seleccionar a un buen grupo que vivían un enamoramiento que no eran producto del flechazo de un día sino que llevaban tiempo enamorados. Dejaremos los resultados para otra ocasión.


Rafael Miner / Miguel Gil

ALBA

miércoles, 31 de octubre de 2007

La cara fea del materialismo

James Watson hace unas declaraciones racistas

El premio Nobel James Watson se ha atraído un aluvión de críticas por sus declaraciones despectivas para los negros en The Sunday Times (14-10-2007). Aunque preferiría que fuera de otra forma, dice, de hecho no existe la igualdad que se supone entre las razas. Así, sobre las personas de origen africano, precisa: “Todas nuestras políticas sociales están basadas en la idea de que su inteligencia es la misma que la nuestra, pero en realidad todas las pruebas señalan lo contrario”. Y asegura que eso es algo que sabe “cualquiera que ha tenido empleados negros”.

Con este motivo se le han dirigido reproches que en el fondo son atrasados. Ahora que se lamenta que “un científico tan reputado” haga comentarios “acientíficos y sin ninguna base” (Keith Vaz, diputado laborista), o se señala que “es un destacado biólogo molecular y no debería entrar en temas en los que no está cualificado” (Steven Rose, neurobiólogo), recordemos que Watson lleva años haciendo eso mismo.

Por ejemplo, en su libro Pasión por el ADN, cuya primera edición original es de 2000 (ver Aceprensa 118/02), se manifiesta partidario de la eugenesia, asunto para el que su condición de biólogo molecular no le confiere cualificación. En distintas ocasiones, como en el cincuentenario del descubrimiento que le valió el Nobel –junto con Francis Crick y Maurice Wilkins–, ha hecho comentarios acientíficos a favor de la clonación humana y la manipulación genética (ver Aceprensa 63/03).

Watson suele invocar los hechos, la ciencia en apoyo de sus opiniones, como ahora, y tacha las posturas contrarias de “prejuicios religiosos”. Si esta vez no se le ha pasado por alto que se extralimite, no es porque su pasión por la eugenesia sea más “científica” que sus ideas sobre la inteligencia de los negros, sino porque el racismo es, por fortuna, contrario a la sensibilidad general contemporánea.

Pero las opiniones de Watson, las que causan indignación y las que tantos reciben con la reverencia debida a un Nobel, vienen de la misma raíz. Watson suscribe una ideología materialista que ve en el hombre un mero producto de la evolución y considera los derechos humanos como estipulaciones del contrato social. Si, por no admitir en las personas la presencia de un espíritu trascendente a la dimensión biológica, no ve inconveniente en eliminar a las que sufran graves defectos congénitos, no se le puede acusar de incoherente cuando niega la igualdad de las razas por creer que existen diferencias genéticas.

Desde luego, adherirse al materialismo no por fuerza hace a uno racista; pero no ayuda a evitarlo. Algo de razón tiene Watson cuando atribuye a la religión posturas contrarias a varias de las suyas. La igual dignidad de todos los seres humanos no era sostenida por casi nadie antes del cristianismo; unos que hace más de dos siglos la proclamaron solemnemente no la basaron en el ADN, del que no tenían noticia, sino en que “que todos los hombres nacen iguales y dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables”; los negros empezaron a ser librados de la esclavitud merced a los “prejuicios” de unos cuáqueros.

Con sus declaraciones sobre los negros, Watson no se ha desdicho de su ideología materialista: solo ha mostrado de ella la cara más fea.

Firmado por Rafael Serrano Fecha: 19 Octubre 2007

lunes, 29 de octubre de 2007

¿Qué es la objeción de conciencia y de quién se espera?

Últimamente, con mucha frecuencia, se habla de la objeción de conciencia. ¿Y sabemos de qué se trata y de quién se espera?

Cuando se pone de moda alguna expresión puede suceder que tenemos una vaga idea del asunto, pero, por el contexto, sacamos una conclusión aproximada de su significado, aunque, precisamente por eso, nada exacta y proclive a la confusión. Otras veces, el uso desgasta el contenido y frases que al principio tienen mucha fuerza, poco a poco la van perdiendo.

Respecto a la objeción de conciencia es necesario saber bien su contenido para evitar caer en cualquiera de los dos casos mencionados pues se trata de un deber imprescindible en la recta toma de decisiones.

El diccionario define a la objeción como el inconveniente a un plan o idea. Esto advierte que, en cualquier propuesta, siempre cabe una limitación y ésta provoca una carencia más o menos grave. Sin embargo, la objeción no es una actitud visceral, contestataria o antitética por sistema. Manifiesta la gravedad del inconveniente que imposibilita la rectitud de cualquier actividad vinculada.

La palabra conciencia proviene de dos vocablos latinos: conscire y conscientia, el primero significa con conocimiento, el segundo tener ciencia. Dos aspectos de la inclinación natural de toda persona a investigar y a captar la composición y la aplicación de las cosas. Expresa el poder de conocer y de reflexionar. La conciencia implica una relación entre el sujeto cognoscente y el objeto por conocer. Aquí aparece una conveniencia o inconveniencia en la oportunidad de la relación o en la moralidad del modo de aplicar el conocimiento.

Se puede hablar de la conciencia psicológica y de la conciencia moral. La primera hace referencia a la capacidad de darse cuenta de lo percibido, y no se trata de la función de un simple espejo o pantalla donde se imprimen una serie de imágenes, sino de una operación propia del ser humano en donde lo experimentado se reexperimenta, es algo así como revivir lo vivido con la intención de evaluarlo, disfrutarlo, analizarlo, compararlo, etcétera. Por tanto, es una operación de la mente sobre un hecho vivido. La conciencia es el espacio interior donde se realiza la reflexión. La conciencia se podría asemejar al rincón donde el niño guarda sus tesoros y se esconde allí, en solitario, para disfrutarlos sin que un extraño los profane con una apreciación superficial.

La conciencia moral incorpora a la conciencia psicológica un juicio práctico para evaluar la moralidad de las acciones. Por ella se juzga la cercanía o lejanía con el bien, es la norma subjetiva de la moralidad, allí la interiorización de la norma objetiva alcanza su plena eficacia. Esto explica la natural tendencia a buscar lo bueno y a calificar las acciones. El ser humano tiene la dimensión moral integrada a lo más íntimo de su existencia. Ese juicio práctico es el resultado de la calificación dada a un suceso a partir de los principios universales que todos tenemos grabados. Por ejemplo: busca el bien, evita el mal.

El problema se presenta cuando alguien distorsiona el bien, esto sucede si una persona magnifica su propio bien e impide el bien de los demás. El auténtico bien ha de ser para uno y para todos. También se puede desfigurar el bien a causa de la ofuscación provocada por los hábitos malos y así se pierde la claridad para reflexionar adecuadamente, se impone el juicio propio, se rompe la capacidad de dialogar con los primeros principios, y se justifican las acciones de manera visceral.

Por lo tanto, la conciencia tiene valor normativo cuando hay certeza y verdad. La certeza es incompatible con la duda, en la certeza la persona tiene seguridad de lo que va a hacer porque hay nitidez para descubrir el bien. La verdad consiste en la conformidad del juicio práctico interno con la norma moral objetiva expuesta en el Decálogo. La conciencia cierta y verdadera se cultiva con el ejercicio de las virtudes. Cuanto más prevalezca la conciencia recta, mejores serán las personas y los grupos sociales.

Los sabios explican que la ley moral inscrita en el corazón de cada persona es uno de los argumentos para afirmar su dignidad. Esta ley, custodiada en la conciencia, hace a la misma conciencia el núcleo central donde cada uno puede escuchar, a solas, la voz de Dios

Este preámbulo facilita comprender la objeción de conciencia. Por ella se entiende la resistencia que presenta la conciencia, por fidelidad a sus convicciones morales, a la ley u orden injusta que la autoridad pública impone. Las formas de objeción de conciencia son tan variadas como abusos pueden darse por la autoridad.

La objeción de conciencia responde a la afirmación del deber de obedecer a Dios y no a los hombres desorientados. Y, en la conciencia cierta y verdadera, se escucha la voz de Dios. El mayor inconveniente en cualquier objeción está precisamente en la discrepancia entre la voz de los hombres con la de Dios.

El respeto a la conciencia se espera, sobre todo, de quienes tienen la responsabilidad del orden social y de aquellas personas cuya profesión esté vinculada directamente con la vida humana. En el primer caso, se trata de los gobernantes de los países o de las provincias, de los directivos de cualquier institución, de los legisladores. En el caso de los profesionistas, están los maestros que alimentan la vida interior de sus educandos, los sociólogos, los economistas y otros encargados del bienestar de los grupos sociales.

Merecen mención especial los médicos, cuyo día es el 23 de octubre. Tienen la gran responsabilidad de juzgar los adelantos científicos en beneficio de la salud, del respeto y la conservación de toda vida humana. De ellos se espera la capacidad de descubrir los inconvenientesencubiertos en cualquier investigación errada. Su objeción de conciencia es la armadura que hace fuertes a sus pacientes.

Ana Teresa López de Llergo.
Doctora en Filosofía. Directora de Difusión Cultural en la Universidad Panamericana
conoZe.com
24.X.2007

domingo, 28 de octubre de 2007

La verdad y la gente

Dice Felipe González que «en política, la verdad es lo que los ciudadanos perciben como verdad, no lo que los políticos tratan de que parezca verdad». Una afirmación formulada con la rotundidad de un axioma, pero que a mi me parece harto discutible.

La verdad en política, y en cualquier materia, es algo mucho más importante que lo que puedan percibir ese colectivo difuso, la gente. No cabe duda de que unos ciudadanos percibirán una cosa y otros, otra diferente y quizás contraria, y como nada puede ser al mismo tiempo varias cosas, está claro que la simple opinión de la gente no nos proporciona ninguna certeza.

Es posible que haya quien opine que será verdad lo que perciba como tal la mayoría. La democracia es un procedimiento útil para conseguir acuerdos en los que, si no se obtiene la unanimidad, decida la mayoría. Las encuestas sociológicas pueden arrojar datos, más o menos fiables, de lo que piensan los ciudadanos, pero estos datos podrán ser valorados de forma diferente por la gente. A nadie se le ha ocurrido, hasta ahora, sustituir las elecciones por los sondeos.

Por tanto lo que perciba la gente como verdad será algo cambiante, plural y variable y casi siempre inducido por los poderosos medios de comunicación que ofrecen al ciudadano opiniones partidarias, en lugar de informaciones objetivas. Así la segunda parte de la frase que dice que «la gente no percibe como verdad lo que los políticos tratan de que sea verdad» es otra falacia. Los políticos siempre tratan de que parezca verdad lo que ellos dicen y habrá gente que los crea y habrá gente que no los crea. La gente es un conjunto enormemente maleable por la propaganda. Aquello de que una mentira repetida miles de veces se convierte en verdad es el punto de partida de todos los especialistas en agit-prop que han ido perfeccionando sus métodos con notable éxito a lo largo del tiempo.

El problema es que cuando algo es creído como verdad, ya es verdad en sus consecuencias. Los ejemplos están a la vista. La historia que cuentan los nacionalistas es falsa, pero creída como verdadera, impulsa el nacionalismo. Es falso que lo decida el Parlamento por mayoría hay que aceptarlo como bueno, verdadero y obligatorio, pero como muchos políticos y mucha gente lo estima cierto, se utiliza para reescribir la historia, hacer lo blanco negro, llamar matrimonio a lo que no lo es, adoctrinar a la juventud, decidir sobre la vida de los que van a nacer o los que van a morir, etc.

En el Evangelio se nos dice que la verdad nos hará libres, pero conocer la verdad exige algo que no está de moda: esfuerzo y honestidad. Perdidos en esa masa llamada gente, podemos ser manipulados y dirigidos, podemos aceptar como bueno lo que diga la mayoría, o lo que digan los que mandan. Pero en nuestra concreta e inviolable individualidad estamos obligados a utilizar nuestra razón y nuestra conciencia para decidir con libertad.

Francisco Rodríguez BarragánMiembro del Movimiento
Familiar Cristiano
conoZe.com
22.X.2007

jueves, 25 de octubre de 2007

Sida: El preocupante éxito de Uganda

Uganda es un caso raro de éxito en la lucha contra el sida en África. La tasa de infección por el VIH de las personas de 15 a 49 años ha pasado del 30% a principios de los años noventa al 5% el pasado año.

En comparación, en Sudáfrica, un país más avanzado, están infectadas el 21,5%. Hay motivos, pues, para mirar a Uganda -un país de 27 millones de habitantes, el 43% católicos- y tratar de copiar esa estrategia que tanto éxito ha tenido. Pues no. A juzgar por la prensa internacional, la situación de Uganda "preocupa". Hasta ha merecido un editorial del "New York Times" (5-09-2005). No, no es que haya aumentado la tasa de infección. Lo que preocupa es que se utilizan menos condones y se acusa al gobierno ugandés de no promoverlos.

Es sabido que el avance en Uganda en la lucha contra el sida se debió a cambios en la conducta sexual. Desde 1986 las campañas del gobierno lanzaban un mensaje claro conforme a la estrategia que se ha dado en llamar ABC: Abstinencia, fidelidad (Be faithful), usar Condones si falla lo anterior. La llamada a dejar de tener varias parejas, ser fiel a la propia y retrasar las relaciones sexuales en el caso de los adolescentes, dio fruto. El mayor descenso de la tasa de infección por VIH y el cambio más acusado en la conducta sexual se produjeron entre los jóvenes de 15 a 19 años. La promiscuidad sexual de los mayores también bajó. Ningún otro gobierno africano sostuvo tan constantemente la estrategia ABC. Y ninguno ha tenido tanto éxito.

Pero es un éxito preocupante para algunos, por el modo en que se ha conseguido. Sthepen Lewis, antiguo embajador de Canadá en la ONU, y ahora enviado especial de la ONU para la lucha contra el sida en África, está muy alarmado. A finales de agosto declaraba en una teleconferencia que Uganda estaba poniendo más énfasis en la abstinencia y la fidelidad que en los condones. "En los últimos diez meses ha habido una significativa reducción en la utilización de preservativos, orquestada por las políticas del gobierno", dijo. Lewis aseguró que había una campaña para desacreditar el uso de preservativos, dirigida por la mujer del presidente Museveni, y que eso solo podía conducir al aumento de las infecciones.

A la vez, algunas ONG de origen occidental, como el Centro para la Salud y la Igualdad de Género, denunciaban que los condones han subido de precio, que hay escasez de preservativos gratuitos, que el gobieno los retiene, y que desde octubre del año anterior solo se han distribuido 32 millones cuando Uganda necesita entre 120 y 150 millones de condones al año. Por su parte, el "New York Times" asegura que se necesitan 80 millones. Ya se ve que no es una cifra muy "científica".

El ministro de Salud ugandés ha respondido que el gobierno sigue manteniendo la estrategia ABC que tan buenos resultados ha dado. Niega que exista una escasez de preservativos. El gobierno, dice, "es consciente de que hay gente que tendrá que utilizar condones, como prostitutas, parejas descontentas y jóvenes sexualmente activos". Y contraataca diciendo que "existe una campaña de desprestigio coordinada por los que no quieren que se usen otras alternativas simultáneamente con los condones en la lucha contra el sida".

Pero los ataques contra el gobierno de Uganda miran sobre todo a desautorizar la política de EE.UU., que es el mayor donante mundial de fondos en la lucha contra el sida. Así, el citado Stephen Lewis ha acusado a EE.UU. de "poner en peligro" los avances que ha hecho Uganda en la lucha contra el sida. La administración Bush está apoyando programas que no se centran solo en los condones, sino en el cambio de conducta sexual por la abstinencia y la fidelidad. Esto basta para que algunos grupos denuncien que está "moralizando" un asunto que es solo de salud pública. Lo cual no les impide a su vez denunciar como "inmoral" que un gobierno limite las opciones de la gente haciendo mayor énfasis en A y B. En realidad, cuando la moral ayuda al descenso de la tasa de infección de un virus, se convierte en un buen recurso sanitario.
Quizá lo que preocupa a algunos es que el éxito de Uganda demuestre por contraste la insuficiencia y hasta el fracaso de las políticas centradas solo en los preservativos. Pero aquellos que no creen "realista" plantear un cambio en las conductas sexuales deberían al menos atender a la realidad de las cifras. Lo curioso es que gente como Stephen Lewis está más preocupada por la falta de preservativos en un país que ha tenido éxito en la lucha contra el sida que por el fracaso de la estrategia en otros países donde los preservativos abundan.

Aceprensa.com

miércoles, 24 de octubre de 2007

SIDA: el fracaso de occidente y el éxito de Uganda

Se mostró cómo la Iglesia Católica en Uganda y en Sudáfrica está enfrentando exitosamente la epidemia del SIDA

El Obispo Hugh Slattery de la Diócesis de Tzaneen en Sudáfrica recientemente se encargó de hacer dos hermosos documentales que compartió con el PRI. En ambos se mostró cómo la Iglesia Católica en Uganda y en Sudáfrica está enfrentando exitosamente la epidemia del SIDA y mitigando sus consecuencias sociales. Sin embargo, los que promueven el mensaje basado en la abstinencia y la fidelidad marital que está salvando vidas vienen siendo ridiculizados y burlados en todo momento por los controladores de población.

Uganda es el único país de Africa que ha combatido exitosamente el SIDA. Ningún otro país ha experimentado un descenso comparable en el número de infectados.

No es un secreto para nadie que el Bajo Sahara Africano es víctima de una extendida epidemia del SIDA. De acuerdo a las estadísticas publicadas en el 2006 por la UNAIDS (Programas de Naciones Unidas en HIV/SIDA), un estimado de 24.5 millones de personas en esa región eran sero positivos a finales del 2005, con 2.7 millones de personas contrayendo el virus solamente en ese año.

Desesperados por detener la propagación de esta enfermedad, que va en camino a convertirse en la plaga más destructiva de todos los tiempos, los países de África golpeados por el SIDA han volteado los ojos hacia Occidente. Sin embargo la asistencia que han recibido parece haber sido más dañina que buena.

Las agencias de ayuda de occidente dominadas por una mentalidad secular han bombardeado el continente con programas liberales de educación sexual y condones. A la fecha y de acuerdo a las estadísticas publicados por UNAIDS , los índices de infecciones de HIV en África continúan aumentando, lo que sugiere que dichos programas, en vez de frenar la propagación de la enfermedad, realmente están contribuyendo a transmitirla alentando un comportamiento riesgoso.

Solo un país Africano, Uganda, ha combatido exitosamente el SIDA.

El índice de VIH prevalente ha bajado drásticamente en los últimos años. En 1992 más del 18% de la población adulta sometida a análisis resultó positiva en la prueba del virus del SIDA. Para finales del 2005, sólo el 6.7% resultó positiva. Ningún otro país ha experimentado un descenso comparable al de este país.

¿Cómo fue que se consiguió esta extraordinaria respuesta en tan poco tiempo? Las organizaciones de occidente que brindan ayuda, ansiosos por justificar sus programas (y sus descubrimientos), falsamente atribuyen este descenso a la educación sexual y al uso del condón. Sin embargo, los mismos ugandeses cuentan una historia mucho más sencilla. Una historia que puede ser resumida en una sola palabra: abstinencia.

El héroe anónimo de la victoria de Uganda sobre el SIDA es una monja católica llamada Hermana Miriam Duggan, M.D. A los inicios de la lucha contra esta mortal enfermedad la Hermana Miriam desarrolló un programa llamado “Educación para la Vida”, un programa que alienta a las personas a vivir la abstinencia sexual antes del matrimonio y la fidelidad dentro de él. Educando a las personas acerca de los peligros de la promiscuidad sexual y sus mortales consecuencias, “Educación para la Vida” ha ayudado a cambiar la mentalidad de la gente de Uganda. La Hermana Miriam Duggan y sus colaboradores insisten en que este programa, junto con la buena disposición del gobierno para aceptar la educación de la abstinencia, es lo que ha ayudado a reducir la epidemia del SIDA en Uganda.

“Pienso que en la actualidad debe ser muy confuso para los jóvenes responder a la pregunta ‘¿qué camino debería tomar?’” dice Thandi Hadebe, un educador en la abstinencia del programa Educación para la Vida. “Y es aquí donde pienso que fallamos con nuestros jóvenes; porque damos mucha información contradictoria”. Hadebe culpa de la epidemia del SIDA a la promoción indiscriminada del condón y a los diversos mensajes de “sexo seguro” que envían los educadores.

Educación para la Vida ensaya una aproximación diferente. “enfatizamos el aspecto de la libertad como parte de ellos, y que pueden usarla para protegerse” dice Fr. Andrew Shjngange, otro educador con el programa.

Un nuevo y brillante documental llamado “El Cambio ya Empezó” celebra esta victoria de la vida y el sentido común. Desarrollado por el Obispo Hugo Slattery de la Diócesis de Tzaneen en Sudáfrica, este documental cuenta la historia de la Hermana Miriam y explica cómo funciona en la práctica el programa “Educación para la Vida”.

En Sembrando con Lágrimas, el sustento documentario de la hermana para el citado documental “El Cambio ya Empezó”, el Obispo Slattery describe el trabajo de organizaciones basadas en la fe que tratan con las consecuencias sociales del VIH/SIDA. Como es lógico, es la gente de fe la que es heroicamente solidaria con los infectados en sus hogares, y el personal de los orfanatos llenos de huérfanos y niños llorando. (Estos excelentes documentales fueron producidos por Metanoia Media, y pueden ser ordenados vía Internet en CatholicStudio.com ).

Pocos conocen mejor que el Obispo Slattery los problemas de la epidemia del VIH/SIDA. El índice de adultos con VIH en Sudáfrica era del 18.8% al final del 2005, o cerca de lo que hubo en Uganda hace 15 años. El programa “Educación para la Vida” ha sido introducido en su diócesis y se extendió a lo largo de toda Sudáfrica.

El asombroso éxito de Uganda en combatir la propagación del SIDA puede ser atribuido a este revolucionaria proximación al problema: a través de la promoción de la abstinencia sexual antes del matrimonio y la fidelidad dentro de él.“(SIDA) es una amenaza para toda la civilización, es una amenaza para nuestro futuro, es un asunto que nos mueve a preguntarnos ‘¿habrá nuevas generaciones por aquí en el futuro?’” dice el Obispo Slattery. “Suena pesimista visto de esa forma, pero en realidad, el problema es muy grave, si ves las estadísticas”

“Se hace cada vez más evidente día a día que la obsesión del mundo occidental en la promoción del condón está estorbando severamente los esfuerzos de los países africanos para manejar efectivamente el VIH/SIDA”, dice el Obispo Slattery. “El único país que muestra un progreso real combatiendo contra esta enfermedad es Uganda… a través de la promoción de la abstinencia antes del matrimonio y la fidelidad dentro del matrimonio. El mundo occidental se rehúsa a aceptar y destacar este tremendo logro. Por el contrario, están haciendo todo lo posible por arruinarlo usando todo medio disponible para promover el condón en este país, contra el deseo de los líderes de gobierno.

¿Habrá alguien en USAID que esté al tanto de todo ésto?

Autor: Colin Mason Fuente: Population Research Institute

lunes, 22 de octubre de 2007

El fracaso de la píldora 'del día después'

Las cifras comparativas son incuestionables. El número de embarazos no deseados, de modo particular en adolescentes –las mayores consumidoras de la píldora del día 'después'–, sigue aumentando y de modo alarmante.

Hace poco, el Colegio de Médicos de Madrid se vio inundado por centenares de cartas —muchas firmadas por colegiados o por personal sanitario— contra la publicación, en su revista, de un artículo que incitaba a los médicos madrileños a facilitar la denominada píldora del día después, sin reservas de cualquier naturaleza. El asunto fue objeto de análisis en la Comisión Deontológica, y el Colegio emitió un informe consensuado donde zanjaba toda duda sobre la libertad de prescripción de los médicos y su derecho, en todo caso, a la objeción de conciencia.

Merece la pena hacer público que el estudio más reciente sobre esta píldora —publicado en la revista del Colegio de Obstetras y Ginecólogos de EEUU— demuestra que la prescripción indiscriminada de la píldora y el acceso fácil al fármaco, no reduce la tasa de embarazos no deseados ni el número de abortos. Este fracaso también ha sido recientemente destacado por el departamento de Salud de Gran Bretaña, al dar a conocer un llamativo aumento del 3,9% de los abortos en adolescentes y mujeres jóvenes en 2006. Una cuestión que el Independent Advisory Group on Sexual Health and HIV ha relacionado con la crisis de valores sobre la cuestión sexual en los adolescentes, incentivada por los mensajesde los medios a ellos dirigidos.

Ha fracasado

El hallazgo es definitivo y viene a contradec
ir la pretensión de los lobbies de la contracepción de emergencia (incluida la OMS) de difundir masivamente esta píldora con la pretensión de reducir los embarazos no deseados y el aborto.

Muy sorprendente

El estudio, además de proporcionar una soberana bofetada a los laboratorios del ramo, pone en cuestión toda una política de salud pública de la que participan algunas de nuestras Comunidades. Estamos, pues, ante un dato de gravedad social que no debiera pasar inadvertido a las Consejerías de Sanidad. Porque si la difusión de la píldora post coital se compara con la tasa de abortos y embarazos no deseados en la Comunidad de Madrid —en el confuso tramo de las mujeres de 15 a 19 años— lo que las estadísticas afloran es que, pese al incremento de su consumo entre adolescentes, el aborto en este tramo de edad se había incrementado en 2005 un 10 % respecto a 2004; y el número de abortos se elevaba por entonces a 1.876, más los 53 declarados en menores de 15 años, en total no menos de 2.000 casos, o quizás más si se consideran los no declarados.

¿A qué se debe este incremento cuando la difusión de los medios anticonceptivos es mayor que nunca y las adolescentes disponen de la píldora post coital, el más seguro método —según sus promotores— de evitar embarazos no deseados? ¿Acaso las reiteradas afirmaciones de la OMS y de los organismos promotores de la píldora no revelan toda la verdad y se está manipulando a la población femenina joven del país?

Una realidad innegable

El análisis de Obstetrics & Gynecology es demoledor y admirable por la honestidad de sus autores, hasta ahora favorables al uso de esta píldora. Sus conclusiones son claras: las estrategias para favorecer el acceso a la píldora post coital por parte de las jóvenes han fracasado, ni se reducen los embarazos no deseados ni las tasas de aborto. Los autores afirman que las medidas de salud pública orientadas a hacer más asequible la adquisición de la píldora lo que promueven, en realidad, es una mayor difusión de su consumo entre las adolescentes y que más parejas accedan al método considerándolo seguro.

La situación en la Comunidad de Madrid, por más que se quiera ocultar, es preocupante y evidencia el fracaso de la política seguida hasta el momento. Cataluña y Madrid encabezan la mayor proporción de abortos sobre el total de embarazos en mujeres menores de 18 años. La experiencia del Colegio de Médicos y la antipatía de muchos médicos de Madrid a la hora de facilitar esta píldora —más ahora, cuando se va reconociendo su fracaso— exige de una nueva política de salud pública que, sin paños calientes, aborde el problema de los embarazos no deseados en niñas y adolescentes en nuestra comunidad; que proteja a las edades más inmaduras y a quienes, intoxicadas por los medios y el machismo, son víctimas propiciatorias de esta retórica de falsos derechos y falsa madurez, que hace terminar a muchas en una camilla, ante una legra y un daño psicológico difícil del olvidar.

Los médicos debemos considerar lo que ya parece un hecho demostrado: que, en las actuales circunstancias, facilitar la píldora sin adecuados controles administrativos, de urgencia o sin expectativa real de emergencia, es extender los riesgos de embarazo y de aborto. Y que es algo que, aunque nos toca de cerca, no nos corresponde dirimir. Pues a la clásica función de “sanador” —y a la más reciente de “controlador del gasto”— al médico parece caerle ahora el papel de consejero moral de las parejas. Un papel nuevo que no puede correspondernos. Ciertamente es un desafío para la nueva Consejería de Sanidad. Pero esto es lo que hay.


Manuel de Santiago. La Gaceta 13/7 /2007
solidaridad.net

domingo, 21 de octubre de 2007

La eutanasia y el nazismo

Minuciosamente, paso a paso, se están preparando los caminos para la legalización de la eutanasia. Como anticipo, las Juventudes Socialistas la han propuesto en su programa, adoptado en su último congreso. Bernat Soria, en calculadas declaraciones, ha ido afirmando que es «una asignatura pendiente» a abordar en la próxima legislatura. Hoy, el Congreso debate una proposición de ley presentada por Izquierda Unida que lleva el perverso título «disponibilidad de la propia vida».

Lo que resulta interesante observar es la gran similitud de los argumentos en que se basan quienes postulan hoy la legalización de la eutanasia con los que sostuvieron Hitler y los nazis, cuando la incluyeron junto con la eugenesia como parte esencial de su proyecto ideológico. Los actuales defensores de la eutanasia son, en este punto, herederos directos de las doctrinas nazis sobre la vida y la muerte de los seres humanos.

El argumento principal para justificar la eutanasia es la conveniencia de suprimir «la vida indigna de ser vivida». Resulta curioso que, en una especie de macabro retruécano, sea la apelación a la «dignidad humana» la razón última con la que se pretende legitimar esta clase de «homicidio compasivo». Claro está que, con tal argumento, lo que realmente se está afirmando es que la «dignidad humana» es selectiva, que los seres humanos no la poseen por igual, sino que depende de determinadas condiciones y circunstancias.

El problema que plantea tal afirmación es doble. Por una parte, quién debe decidir qué vida es «indigna de ser vivida» y merece, en consecuencia, su eliminación. Y, por otra parte, qué consecuencias, no sólo para la víctima, sino para el conjunto de la sociedad, se producen si se llega a imponer la tesis de que resulta conveniente y benéfico provocar la muerte a aquellas personas en las que concurren las circunstancias que hacen a su vida «indigna de ser vivida». Las consecuencias son terribles y conducen a la máxima degradación de una sociedad, como sucedió en la Alemania de Hitler.

Tanto en el nazismo como en los que ahora defienden la legalización de la eutanasia, evidentemente la «vida indigna de ser vivida» (y, por lo tanto, eliminable) no es la de los sanos, los fuertes, los inteligentes, los que están pletóricos de facultades. Por el contrario, es la propia de los enfermos, de quienes no pueden valerse por sí mismos, en definitiva, la de los desvalidos e indigentes, la de los que necesitan el auxilio de otras personas para poder vivir. Es curioso que en la proposición de ley de Izquierda Unida no se contempla como supuesto de despenalización «facilitar la muerte digna y sin dolor» (¡así se define el homicidio en el texto!) de quienes gozan de una salud rebosante. Sólo se contempla la despenalización «en caso de enfermedad grave que hubiera conducido necesariamente a su muerte» o «le incapacitara de manera generalizada para valerse por sí misma». Está claro que la eutanasia sólo está pensada para aplicarse a los desvalidos. Y es que irremediablemente la eutanasia no podrá disociarse nunca de la eugenesia. La una conduce a la otra.

Este era el mismo planteamiento sostenido por los nazis. Hitler, en la concentración del partido nacionalsocialista de Nuremberg de 1929, ya afirmó que «como consecuencia de nuestro humanitarismo sentimental moderno, intentamos mantener a los débiles a expensas de los sanos». Hitler no llegó a impulsar políticas favorables a la eutanasia hasta el último período de su gobierno, una vez iniciada la contienda mundial. Pensaba que la sociedad alemana «todavía» no estaba preparada. Pero en 1939, cuando la voluntad del Führer era ya irresistible, expresó al dirigente de los Médicos del Reich «que era justo que se erradicasen las vidas indignas de pacientes mentales graves» (Michael Burleigh, El Tercer Reich). Y a partir de ese año la Cancillería del Führer empezó a autorizar a médicos la práctica de «homicidios compasivos», empezando con los casos de niños nacidos con malformaciones y enfermedades congénitas, tales como síndrome de Down, micro e hidrocefalias, parálisis espásticas y enfermedades mentales graves, alegándose como pretexto las súplicas de padres angustiados. La justificación de la práctica de la eutanasia era presentada por los nazis, sobre todo al comienzo de su implantación, como una respuesta a las demandas de los propios ciudadanos.

También en la exposición de motivos de la proposición de ley de IU se invoca similar justificación. Y saca a relucir una encuesta de la OCU según la cual el 65 por ciento de los médicos y el 85 por ciento de las enfermeras «alguna vez han recibido la petición de un paciente terminal de morir, bien a través de un suicidio asistido o de la eutanasia activa».

Muchos de nosotros conservamos en la retina las imágenes imborrables de la película «Año cero», de Rossellini. Aquel padre, doliente en el lecho, en medio de la miseria y de la degradación de la Berlín devastada al acabar la guerra, que dice a sus hijos: «Soy un estorbo; mejor sería que me muriera». Y aquel hijo, niño todavía, que cuenta la escena a su antiguo preceptor nazi, y que recibe su consejo: «No queda más remedio que sacrificar a los débiles; asume tu responsabilidad». Cuando el padre inicia una recuperación, recibe la droga letal de manos de su hijo.

Los defensores en nuestros días de la eutanasia invocan un presunto «derecho a morir», que debería ser garantizado y protegido por el Estado. El «derecho a morir» se convierte inexorablemente en «derecho a ser matado». Pero, por lo menos hasta ahora, nadie se ha atrevido a postular ese «derecho» con carácter universal, sino sólo en unos determinados supuestos asociados a la enfermedad y a la invalidez. Por lo tanto, la legitimidad de este «homicidio compasivo» requiere el concurso necesario no sólo del ejecutor del homicidio (el verdugo), sino de quien dictamina que quien ha pedido su muerte está incurso en los supuestos contemplados en la legislación. En otras palabras, la eutanasia requiere el concurso de los médicos. Así ocurrió en la Alemania de Hitler. Fueron los médicos integrados en el partido nazi los encargados de la ejecución del programa de eutanasia impulsado por el Führer.

Uno de los pilares de nuestra civilización es el «juramento hipocrático», observado desde tiempos inmemoriales por la profesión médica como núcleo de su código deontológico. El juramento hipocrático contiene esta máxima: «A nadie daré una droga mortal aun cuando me sea solicitada; ni daré consejo con este fin». Los médicos nazis retorcieron de modo espeluznante el texto de Hipócrates, desvinculándolo de la defensa del individuo. ¿También los actuales defensores de la eutanasia enterrarán, como baúl inservible, el «juramento hipocrático»?¿Pretenderán que los médicos se han de convertir en dispensadores de la muerte para hacer efectivo el blasonado «derecho a morir»? ¿No significa todo ello la muerte de nuestra civilización?

Eugenio Nasarre
ABC
16.X.2007

viernes, 19 de octubre de 2007

Ser feliz sin low-cost

Las compañías de bajo coste están de moda y en muchos casos proporcionan «felicidad puntual» a muchas personas porque pueden viajar por todo el mundo y no gastar el sueldo del mes actual y empeñar el del siguiente. Y esto es bueno, pero quizá sea mejor o incluso óptimo, formular éste planteamiento: ¿hasta que punto encontrar un momento de bienestar actual y específico proporciona la felicidad que todos buscamos?, o ¿existe algo que no funciona como debe y convierte en caduco, efímero o banal nuestra capacidad de sentirnos bien y almacenar paz interior?


Más o menos, ser feliz apunta al «ser», no al tener, ni al poseer, ni al satisfacer, ni al estar, ni al quehacer, entre otros ingredientes de la receta o de la hoja de ruta; y para ello, después de apuntar hacia arriba, ese «saber ser», dispara con puntería contra lo que se opone a la auténtica felicidad como puede ser el egoísmo, o la ausencia de metas claves o de horizontes amplios, por dejadez, por ignorancia o por vacío interior; o incluso también acierta en la diana de esa especie de tiranía que todo ser humano lleva dentro y le desmonta los argumentos falaces que le llevan a creerse superior a los demás, con derechos absolutos y con un poderío inexistente para todos excepto para su fantasía.


Por ello, quizá el remedio se llame «high-cost», no porque sea más caro e inasequible para el bolsillo del ciudadano normal, sino porque su coste exija un plus de esfuerzo, de tesón, de cambio de chip en los planteamientos para que sean más trascendentes y coherentes con la dignidad de la persona humana. Cuando se aprende a «ser» lo que uno debe ser, —aunque se deje la piel en el intento—, la vida adquiere un relieve distinto, no se le pide al hoy más de lo que el hoy puede dar y se disfruta con las cosas más nimias, más aparentemente banales y más cotidianas. A eso se le llama « salir de uno mismo», romper el pedestal de cristal donde nos hemos colocado, pensar en las necesidades de los otros y superar o prescindir la continua mirada al ombligo propio.


Si ya se sabe en que consiste ser feliz, quizá uno de los síntomas del itinerario correcto sea la alegría, la visión positiva de la realidad, el equilibrio personal que desemboca en una armonía con uno mismo y con todo lo que le rodea, y lo que podemos denominar libertad interior fruto de aceptarse a uno mismo y aceptar la normalidad de una jornada diaria repleta de inconvenientes, problemas o preocupaciones. Si vivir no es fácil, tampoco lo es ser feliz pero no exageremos en ambos casos, porque cuando se inicia la senda del «ser lo que uno debe », lo que parecían escollos insalvables se desmoronan como castillos de arena: primero hay pensar bien para actuar mejor, porque si uno no vive como debe acaba pensando como vive y en lugar de ser feliz, paladea los sinsabores de un paladar estragado.

Marosa Montañés Duato. Periodista. Presidenta mujeres periodistas del mediterráneo.
conoZe.com
24.IX.2007

miércoles, 17 de octubre de 2007

Quién se acuerda de Rosita

La verdad sobre el caso de la niña nicaragüense de 9 años que fue violada y obligada a abortar refleja su instrumentalización.

En 2003 el caso de Rosita, una niña nicaragüense de nueve años, violada y embarazada, conmovió a la opinión pública y se transformó en bandera de los defensores del aborto. La Iglesia católica dijo que el aborto no era solución para la niña, por lo que recibió críticas por su intransigencia. Ahora el acusado de la violación ha sido declarado inocente, y el padrasto de la niña ha sido acusado de abusos sexuales contra ella.

Alexis Barquero, de 24 años, fue acusado en 2003 de la violación de “Rosita”, nombre ficticio de la niña de entonces nueve años. Pasó tres meses en la cárcel, donde tuvo que protegerse de los demás reos, perdió el trabajo, hubo de emigrar y estuvo al borde del suicidio. Ahora, una sentencia judicial ha dictado su inocencia.

La familia de “Rosita” había viajado para trabajar en los cafetales de Costa Rica desde su Nicaragua natal. La violación tuvo como consecuencia su embarazo. La Red de Mujeres contra la Violencia (RMV) se hizo cargo del caso y su petición de aborto hizo del hecho un conflicto internacional. El gobierno de Costa Rica se opuso a que el aborto fuese realizado, de modo que la familia fue trasladada a Nicaragua, donde se acogieron al supuesto entonces vigente en su Constitución del “aborto terapéutico”. La jerarquía de la Iglesia católica mantuvo que el aborto no iba a solucionar la situación de la niña, por lo que se ganó las rotundas críticas de la inmensa mayoría de los comentaristas. El caso se convirtió en bandera de los defensores del aborto.

Cuatro años después... María de los Santos Esquivel, la madre de “Rosita”, presenta una denuncia en comisaría porque su hija ha sido violada de nuevo. El violador es el hombre con quien desde hace años convive, padrastro de la niña, Francisco Fletes, a efectos legales padre de la víctima. Las agresiones se vienen produciendo desde al menos julio de 2004, según la denuncia. De hecho, “Rosita” tiene una hija de veinte meses.

El Nuevo Diario, periódico nicaragüense, ha investigado el caso y ha sacado a la luz los hechos. Tras la denuncia, “Rosita” se ha refugiado con su hija en un albergue de la RMV. Lo sorprendente es que durante todos estos años Fletes ha mantenido contacto esporádico con la asociación feminista, que se empeña ahora en hacer del caso de la niña “uno más”. Preguntada por el periodista si acaso “Rosita” no era símbolo para las causas que defiende la Red, la portavoz de la entidad responde que “lo sigue siendo, pero todas las niñas abusadas lo son”.

Sin embargo, en 2003, en una entrevista publicada por el Women's Health Journal, Marta María Blandón, que representó a la RMV en el caso Rosita, reconoció que "desde el principio fue desarrollada una estrategia por los miembros del grupo de apoyo, que fue creado y liderado por la Red de Mujeres contra la Violencia y muchas otras organizaciones con mucha experiencia en tales asuntos. Esta coalición del movimiento de mujeres sintió que era el momento correcto para promover por una ley ejecutable que se permitiera el aborto terapéutico y reclamar que el Estado tomara responsabilidad para el caso de ‘Rosita’”. Es decir, más facilidades para abortar en Nicaragua.

Aunque Francisco Fletes era ya entonces sospechoso en el caso, no dudaron en ayudarle a huir de Costa Rica: “nuestra prioridad era sacarles de ahí, que era lo que los padres querían”, dice Blandón. Admite que ocultaron sus identidades reales a las autoridades, y luego de establecer contacto con la familia, les ayudaron salir del país: “Al final, tuvimos que pasarlos a escondidas y disfrazados debido a las amenazas del Ministro de la agencia de bienestar de los niños”. En aquella entrevista, Blandón presumía de “haber desafiado con éxito a dos Estados”.

Ahora que el caso Rosita vuelve a la palestra, Blandón defiende a la RMV diciendo que los abusadores son personas “manipuladoras, cínicas, abusivas, egoístas, maleducadas. Están en todas partes, fingen ser personas honradas y por eso resulta tan difícil reconocer y denunciar el abuso sexual contra niñas y niños”. Y eso que Lorna Norori, que junto a Blandón se hizo cargo del asunto, es terapeuta para víctimas de abusos sexuales.

Francisco Fletes, llegó a afirmar en 2003, en uno de los múltiples documentales que se hicieron al respecto, que de tener al agresor lo habría matado él con sus propias manos. Su caso ha terminado por afectar gravemente la credibilidad de la Red de Mujeres contra la Violencia, precisamente ahora que hacen campaña para la reintroducción del aborto en Nicaragua.

Firmado por Aceprensa Fecha: 10 Octubre 2007