martes, 16 de junio de 2009

La trata de seres humanos

/ITALIA - Dos millones y medio de personas víctimas de la trata de seres humanos: la movilización de las religiosas en contra del tráfico que prácticamente afecta a todos los países del mundo

Roma (Agencia Fides) – Son casi dos millones y medio las víctimas de la trata con fines de explotación sexual, de las cuales al menos 500,000 en Europa y entre 29,000 y 38,000 en Italia. Son estos datos, significativos y alarmantes al mismo tiempo, los que están al origen del “Congreso 2009: Religiosas en red contra la trata”. La iniciativa inicia hoy 15 de junio y durará hasta el 18 de junio. Los trabajos serán abiertos por S.E.R. Mons. Antonio Maria Vegliò, Presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Migrantes e Itinerantes. Al Congreso llegó un telegrama del Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado, a nombre del Santo Padre Benedicto XVI en la que se desea que “este significativo encuentro suscite una renovada conciencia del valor de la vida y un cada vez más valiente compromiso con la defensa de los derechos humanos y por superar toda forma de explotación”.


Los datos sobre la magnitud del fenómeno – difundidos en el 2007 por la Dirección Justicia de la Comisión UE – fueron también mencionados durante la conferencia de prensa de presentación del Congreso realizada en la Sala de Prensa en la Santa Sede. La iniciativa de hecho es promovida por la Unión Internacional de Superiores Generales (UISG) en colaboración con la Organización internacional para los Migrantes (Oim). Las dos organizaciones colaboran en la lucha contra el fenómeno coordinando 15 redes internacionales que comprenden 252 congregaciones femeninas en 36 países. En particular la OIM ha formado en los años 500 religiosas en todo el mundo.


Desde una visión general, sin embargo, el tema de la trata de seres humanos sigue siendo un fenómeno difícil de definir de una vez por todas. A diciembre del 2000 se remonta el tentativo de identificar un conjunto de prácticas criminales que pueden ayudar a comprender el fenómeno. En ese año, en efecto, se precisó la definición de la trata por parte de los organismos internacionales, que reza: “el reclutamiento, el transporte, la transferencia, el brindar alojamiento o acogida a personas, mediante el uso o la amenaza del uso de la fuerza o de otras formas de coerción, el rapto, el fraude, el engaño, el abuso de poder o de una posición de vulnerabilidad o mediante el ofrecimiento o la aceptación de sumas de dinero u otras ventajas dirigidas a obtener el consenso de una persona que detenta autoridad sobre otra con el objeto de explotarla. La explotación comprende, como mínimo, cualquier forma de prostitución de otros u otras formas de explotación sexual, el trabajo forzado o la prestación forzada, la esclavitud o prácticas análogas, el robo o extracción de órganos”.


Intervinieron en la conferencia de prensa de presentación del Congreso 2009: el p. Eusebio Hernández Sola, O.A.R., Jefe de Sección en la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica; la Sra. Victoria González de Castejón, R.S.C.J., Secretaria General de la UISG; la Dra. Carmela Godeau, Vice Jefe de Misión OIM, Roma; la Hna. Sangema, quien afirmó entre otras cosas que “no existe sociedad en el mundo que pueda jactarse de ser inmune a esta plaga social”, para luego explicar que “los protagonistas van desde los propios familiares a las parejas sentimentales, de los vecinos de casa a los amigos, a las amigas y a los extranjeros; pero los principales responsables son las organizaciones criminales, frecuentemente también en complicidad con autoridades locales y políticas, que devastan las zonas más pobres e indefensas de la sociedad en todos los rincones del globo”. “La trata –agregó también la Hna. Sangema– no es una realidad lejana a nosotros: sucede en nuestras calles, en nuestros barrios, y afecta a nuestros conocidos, a nuestros amigos y amigas, a los niños y niñas de nuestras escuelas y parroquias”.


El Congreso 2009 que se inició hoy en Roma es la segunda edición del Congreso organizado del 2 al 6 de junio de 2008 por parte de la Unión Internacional Superiores Generales para la migración y con la financiación del gobierno de los Estados Unidos (ver Fides 9/6/2009). El deseo de construir la red de las religiosas en oposición a la trata de personas fue incluido en la Declaración final, en la que se afirma: “Como mujeres consagradas, en solidaridad con nuestros hermanos y hermanas que sufren las consecuencias de este mal, no permaneceremos en silencio. Renovamos nuestro compromiso de promover la dignidad de todas las personas como respuesta a las palabras de Jesús: ‘he venido al mundo para que tengan vida y la tengan en abundancia’”

Agencia Fides

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