martes, 10 de abril de 2007

El Género: La nueva ideología

A quienes hemos vivido casi toda nuestra vida como testigos del enfrentamiento ideológico entre el comunismo y el capitalismo, entre la antigua URSS y los USA, puede parecernos que, muerto el marxismo, las ideologías ya no existen o, al menos, que ya no determinan el debate político. Esta apreciación es errónea pues hoy existe un debate ideológico en la escena política tan virulento como el histórico del marxismo sí o no.

Las ideologías hoy en liza son, de hecho, dos antropologías antagónicas e incompatibles entre sí: por un lado aquella visión del hombre que hunde sus raíces –con mayor o menor coherencia- en Jerusalén, Roma y Atenas, lo que podríamos llamar humanismo cristiano; y, por otra parte, la filosofía de género. Todos los debates actuales sobre la familia, el matrimonio, el derecho a la vida y cuestiones similares son debates provocados por los asaltos de la filosofía de género contra la fortaleza construida por la historia del mundo occidental de inspiración cristiana para proteger al hombre y la familia como algo valioso en sí mismo.

La filosofía de género es una antropología de raíces marxistas y freudianas que, inspirada en un feroz materialismo pansexualista, pretende liberar al hombre y la mujer de cualquier ejercicio de la sexualidad que conlleve responsabilidad. El sexo debe ser reconstruido como género, es decir, como una categoría intelectual que no depende ni de nuestro cuerpo: cada uno elegirá libremente si desea ser hombre o mujer, hetero u homo o transexual. Esta es la verdadera libertad. Por ello la filosofía de género tiene como enemigos fundamentales el matrimonio y la maternidad pues implican un ejercicio responsable, que ata a las consecuencias de nuestros propios actos, de la sexualidad.

Nada tiene de extraño que la agenda política de la filosofía de género, como estamos viviendo hoy en España, pase por equiparar homosexualidad con matrimonio, introducir el género en las leyes (como las de violencia de género o las de identidad de género), rebajar el matrimonio a un asunto meramente privado a través de la promoción del divorcio fácil, facilitar la lucha contra la vida por nacer mediante la promoción del aborto. Impulsar las técnicas de reproducción asistida para sacar la reproducción del contexto varón-mujer, etc.

Y como colofón la filosofía de género, como toda ideología que intenta imponerse, lucha por estar presente en la escuela. ¿Será por esto el empeño del Gobierno en la nueva asignatura de educación por la ciudadanía?

Benigno Blanco

No hay comentarios: