jueves, 22 de febrero de 2007

“Contra toda tentación de eutanasia y por el derecho a una muerte digna”

El Papa aboga por la vida y la familia ante el relativismo ético, pide más valentía en la vida pública, apoya un proyecto de vacunas los más pobres y reivindica el trabajo digno: “Es necesario un compromiso a todos los niveles para favorecer y sostener centros y unidades de cuidados paliativos que, fuera de las lógicas del encarnizamiento terapéutico y contra toda tentación de eutanasia, garanticen una asistencia integral al enfermo y su derecho a una muerte natural digna”, advierte el Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud.

Así lo concluye un informe presentado en la capital surcoreana, Seúl, que ha acogido este año los actos de la reciente XV Jornada Mundial del Enfermo, en esta edición en torno a La Asistencia Pastoral y Espiritual a los Enfermos con Patologías Incurables.

Según publica la agencia ZENIT, el estudio permite conocer los contextos en los que las realidades sanitarias católicas deben trabajar, los problemas con los que se enfrentan y el empeño diario que vuelcan, de forma integral, en las personas.

El cardenal Javier Lozano Barragán, presidente del dicasterio, aseguró que “el derecho a la vida se precisa en el enfermo terminal como derecho a morir con serenidad, con dignidad humana y cristiana”.

“Con los cuidados paliativos, la medicina se pone al servicio de la vida en cuanto que, si bien se sabe que no puede derrotar una grave patología, dedica las propias capacidades a aliviar los sufrimientos del enfermo terminal”, añadió.

Víctimas del relativismo ético

Al mismo tiempo, Benedicto XVI aseguró este lunes, 12 de febrero, que sin el respeto de la ley natural, la vida, la familia y la sociedad se convierten en víctimas del relativismo ético.

Fue el mensaje que dejó al recibir en audiencia a unos 200 participantes en el congreso internacional sobre el derecho natural, convocado por la Pontificia Universidad Lateranense de Roma.

“Vemos todos las grandes ventajas de este progreso, pero vemos cada vez más también las amenazas de destrucción del don de la naturaleza”, dijo el Papa.

«Y se da otro peligro, menos visible, pero no menos inquietante -añadió-: el método, que nos permite conocer cada vez más las estructuras racionales de la materia, nos hace cada vez más incapaces de ver la fuente de esta racionalidad, la Razón creadora”.

En este discernimiento, el Papa destacó en particular “el principio del respeto por la vida humana, desde su concepción hasta su ocaso natural, pues este bien de la vida no es propiedad del hombre, sino don gratuito de Dios”.

Fuente: Forum Libertas


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